En los años 90, Trevor Greetham, licenciado en matemáticas por la Universidad de Cambridge, era el director de distribución de activos de Merril Lynch. En aquella época Greetham fue desarrollando el concepto del Reloj de la Inversión. La idea fue crear una herramienta que ayudase a ilustrar en qué activos había que invertir, según en qué momento de ciclo económico nos encontrásemos. Ya en Fidelity, donde, entre los años 1995 y 2005 Greetham mantuvo el mismo puesto que tenía en Merril Lynch, la herramienta salió a la luz: un reloj que ayudaría a los inversores al recoger el universo de la renta variable, los bonos y las materias primas.
Cuando Greetham dejó Fidelity en 2015 para incorporarse a Royal London Asset Management como responsable de multiactivos, su reloj se marchó con él, y ahora es la herramienta que utiliza la gestora británica para explicar en qué momento del ciclo se encuentra la economía y, según esto, en qué tipo de activos hay que fijarse a la hora de invertir.
Las subidas de los sectores más defensivos no se han replicado en los que dependen más del ciclo económico
En este momento del año, arrancando el último trimestre del ejercicio, una de las preguntas que se hacen muchos inversores es si ha llegado ya el momento de invertir en los sectores del mercado más pegados al ciclo. La recuperación que se ha visto en las bolsas durante los últimos meses se ha centrado en industrias como la tecnología y los segmentos más defensivos del parqué, como el sector salud, que ha sido atractivo durante la pandemia, y el de la energía, una de las industrias más defensivas.
Sin embargo, las subidas que han tenido lugar en estos sectores no se han replicado en aquellos que dependen más del ciclo económico, industrias en las que las valoraciones, en general, son más atractivas en este momento.
Pero algo ha cambiado en las últimas semanas: en septiembre el Reloj de la Inversión ha dejado atrás la fase de reflación (cuando se incrementa la oferta monetaria con estímulos para intentar dar un empujón al crecimiento o suavizar la crisis) y ha entrado por primera vez en 2020 en la de recuperación, en la que recomienda centrarse en los sectores más cíclicos que hay en los mercados, industrias que se benefician en los momentos en los que el crecimiento económico pega un acelerón, habitualmente después de que se produzca una crisis, como la que estamos enfrentando en este momento.
Qué sectores son atractivos
Aunque el consenso de expertos que recoge Bloomberg no espera que el PIB de las principales economías occidentales empiece a recuperarse hasta la primavera del año que viene, el mercado suele anticiparse a estos datos.
Es complicado saber cuándo ha llegado el momento de cambiar de pie y buscar más ciclo, y en esta tarea la herramienta que ideó Greetham es útil. Según ella, parece que ha llegado el momento de empezar a incluir ciclo en la cartera pensando en la recuperación que puede llegar en próximos trimestres.
Con esto en mente, la tecnología, el sector industrial, el financiero y el de consumo básico son los lugares en los que el inversor debe buscar dentro de la bolsa en este momento, según la herramienta de Greetham, mientras que en renta fija el reloj ya marca la hora de centrarse en la deuda corporativa. En cuanto a las materias primas, los metales industriales y los recursos agrícolas, también conocidos como materias primas blandas, son los activos que favorece la herramienta ahora.
"La actividad global se está recuperando, pero los niveles siguen estando por debajo de lo normal", explican desde Royal London Asset Management. "Estamos entrando en una fase de recuperación más lenta", consideran, ya que "continúa existiendo distanciamiento social, no se van a recuperar todos los puestos de trabajo y no todos los negocios van a poder atravesar esto. Algunos van a tener que reparar su situación financiera", creen.
"Es probable que se necesiten varios trimestres, pero no varios años, para recuperar los niveles de producción previos a la crisis"
Sin embargo, aunque "el miedo al virus puede frenar la recuperación", la firma avisa de que "asumiendo que habrá una vacuna en la primera mitad de 2021 y que los gobiernos sigan haciendo un buen trabajo a la hora de limitar daños económicos duraderos, es probable que se necesiten varios trimestres, pero no varios años, para recuperar los niveles de producción económica previos a la crisis", pronostican.
La incertidumbre que ha traído la pandemia de coronavirus probablemente tardará en disiparse, y es por ello que la mayor parte de expertos aconsejan cautela y reconocen que se ha complicado poder hacer estimaciones para la economía o los mercados. Sin embargo, cada vez son más los expertos que repiten la idea de que los sectores más cíclicos son donde deberían estar buscando oportunidades los inversores, como indica el Reloj de la Inversión.
Un ejemplo es la última encuesta a gestores de Bank of America Merril Lynch, la que se publicó a principios del mes de septiembre, y en la que la ponderación de los gestores encuestados al sector industrial creció de forma significativa, alcanzando una sobreponderación para el 17% neto de encuestados (el porcentaje de gestores que sobreponderan, menos el porcentaje que infraponderan), la mayor inclinación hacia el sector industrial que se ha visto en la encuesta desde enero de 2018.
La ponderación al sector industrial de los gestores encuestados por BofAml es la mayor desde enero de 2018
Además de los gestores encuestados por el banco estadounidense, los propios analistas también creen que ha llegado el momento de rotar las carteras hacia el ciclo. "Esperamos que haya un renovado ataque alcista para la renta variable europea y para el ciclo frente a los sectores más defensivos", explica el banco a finales de septiembre.
Hay que recordar que, mientras en Estados Unidos el sector tecnológico es una parte vital para los grandes índices bursátiles del país, con los gigantes tecnológicos ponderando una gran parte del peso de los índices y con enormes beneficios, en Europa la situación es distinta, con un menor peso de la tecnología en las bolsas y más peso de sectores que se han visto muy castigados en esta crisis por su componente cíclico.
"Esperamos que los casos de coronavirus empiecen a reducirse en Europa durante los próximos meses", continúa BofAml, "lo que llevará a que se produzca una reversión parcial de las medidas de contención. Esto debería permitir que haya un rebote en los PMI de la zona euro", explican. "Nuestro escenario macro apunta a una subida del 15% en la renta variable europea, y un comportamiento un 10% mejor para los valores cíclicos frente a los defensivos", y esperan que, a medida que vaya madurando la recuperación global, "esta se traslade en un incremento de las rentabilidades de los bonos, lo que beneficiará al sector financiero y al value frente a los valores growth, algo que también pesará en el sector farmacéutico y en el de la energía", destacan.
Michael McEachern, director de mercados cotizados de la gestora estadounidense Muzinich & Co, coincide con la idoneidad de rotar hacia sectores más cíclicos en este momento. "Pasar de sectores stay at home a sectores más cíclicos ha tenido sentido en las últimas semanas", explica.
Según el experto "ahora es el momento de seleccionar a los supervivientes, frente a aquellos que se enfrentarán con dificultad al reto ampliado del Covid-19, y de distinguir a las empresas que han construido un muro de liquidez para navegar los próximos trimestres, de las empresas más frágiles que tendrán que emitir deuda una y otra vez y podrían enfrentarse a una fatiga de emisión de los mercados".
No es la primera vez que se plantea la teoría de invertir en los supervivientes de los sectores más castigados. Desde el inicio del desplome bursátil de 2020 algunos gestores ya planteaban esta opción como una buena alternativa, con el argumento de que aquellas compañías que aguantasen mejor en sectores como el de las aerolíneas o el turismo, encontrarían menos competencia una vez haya terminado la pandemia y empiece la recuperación.
"El value ha demostrado ser una buena cobertura en las caídas de estos valores"
Desde Barclays también destacan el atractivo de sectores value en este momento, y miran a Europa. "La crisis del Covid-19 ha reforzado el dominio de los valores de crecimiento, por el impulso que han tenido tendencias como la digitalización, el ESG y las rentabilidades de los bonos más bajas durante más tiempo. Sin embargo, la alta concentración, las valoraciones estrechas y un sobrecalentamiento en estos sectores están empezando a castigar su ratio de riesgo-recompensa", explican.
"El value ha demostrado ser una buena cobertura en las caídas de estos valores, y ahora es una opción barata de cara a la siguiente pata de la recuperación", opinan desde el banco británico. Pero también avisan de que "el cambio de régimen será lento debido a los grandes riesgos de cola que existen, pero las rentabilidades de los bonos parecen haber tocado suelo y el desarrollo de la vacuna continúa progresando", explican.
Además, introducen también el factor de las elecciones estadounidenses de noviembre: "Debido a los baches que se pueden producir en el mercado por las elecciones estadounidenses, una ponderación hacia el value podría ser positiva para los valores europeos", explican.
En bonos hay que mirar el corporativo
El reloj de la inversión de Greetham no solo incluye la bolsa: también señala en qué tipo de bonos debe fijarse el inversor según el momento del ciclo en el que nos encontremos. Durante la fase reflación que acabamos de dejar atrás la herramienta indica la hora de los bonos soberanos, mientras que ahora, entrando en la fase de recuperación, es en la deuda corporativa donde hay más atractivo.
Hay que recordar que, con la deuda pública anclada en muy bajas rentabilidades, en terreno negativo en bonos con vencimiento a 10 años de países como Alemania y Francia, en el -0,53% y -0,26% al cierre de la sesión del viernes, la deuda corporativa es un mercado amplísimo en el que parece más sencillo poder encontrar valor.
Desde la gestora especializada en renta fija Brandywine Global analizan el mercado de deuda corporativa, y sus conclusiones coinciden en gran medida con las que da el Reloj de la Inversión, destacando la idea de rotar hacia valores más cíclicos como la mejor alternativa. "Las respuestas monetarias y fiscales a la pandemia no tienen precedentes, y han resultado en una compresión de los spreads de crédito. Sin embargo, creemos que la progresión del ciclo económico está presentando nuevas oportunidades en los sectores cíclicos", explica el equipo de la gestora.
"La liquidez es ahora abundante, las presiones se han reducido para el dólar estadounidense y los mercados de capitales han recibido un récord de emisiones de deuda corporativa con grado de inversión", recuerdan, y continúan señalando cómo "el incremento de la oferta monetaria y de las reservas de divisa extranjera sugieren que los sectores cíclicos están listos para tener un comportamiento mejor en el futuro, con un mayor potencial para los productores de materias primas frente a los sectores defensivos".
"El foco está ahora puesto en el ciclo económico", destacan, "con industrias de consumo básico, de energía y otros sectores cíclicos en mercados desarrollados y emergentes cotizando con amplios diferenciales históricos, particularmente en los sectores de menor calidad del mercado.
A medida que la recuperación global continúe", indican desde la gestora, "la demanda crecerá y las manufacturas y exportaciones se incrementarán. Con el frente médico acercándose a resolver la pandemia del Covid-19, se dan las condiciones propicias para que se produzca un estrechamiento sustancial en los sectores más cíclicos de la economía", explican.
Los bancos centrales no se retiran
Uno de los pilares básicos que sostiene las expectativas de una recuperación es la ingente cantidad de estímulos que se han lanzado en esta crisis, a diferencia de 2008. Por este lado, los inversores parece que pueden estar tranquilos, ya que en los últimos meses los grandes bancos centrales han reafirmado su compromiso de mantener los estímulos durante años.
Es más, por primera vez están abriendo la puerta a hacer algunos cambios que les permitirán, a la Reserva Federal estadounidense y el Banco Central Europeo, no verse forzados a endurecer sus políticas aunque la tasa de inflación supere su objetivo. Aunque haya subidas de precios, la liquidez de los bancos centrales ha llegado para quedarse.