Aunque la recuperación ya se ha completado en una parte importante de las bolsas, todavía hay otra que está recorriendo la pata baja de la K, a veces de forma más justificada y otras menos, como es el caso de CAF, que pese a que su cartera de pedidos no se ha visto reducida por la crisis de la pandemia, sus acciones sí han perdido cerca de un 18% desde esa última semana de febrero.
Es un claro ejemplo de que la marea bajista no ha discriminado entre sus víctimas. La compañía vasca, de hecho, cotizaba cerca de máximos históricos antes del crash de marzo. Esta crisis hizo caer su valor bursátil un 40%, llevándolo a mínimos no vistos desde 2016. Desde ese suelo ya ha rebotado un 37% y cotiza en máximos desde el desplome.
"Creemos que el efecto del Covid es totalmente coyuntural y, de hecho, todo el sector tenía la cartera de pedidos prácticamente en máximos antes de la pandemia", explica Patricio Garbisu, analista de Norbolsa. La compañía sigue teniendo una visibilidad alta, con una cartera que es 3,5 veces sus ventas y en dos negocios que son tanto de presente como de futuro como es el de los ferrocarriles y el de los autobuses eléctricos con su filial Solaris, que ya supone en torno a un 25% de sus ingresos.
Retrasos en proyectos
La pandemia ha retrasado algunos de los proyectos de CAF, algo que ha reducido sustancialmente las previsiones que los expertos manejan en torno a sus beneficios. En este sentido, el consenso de FactSet, que a principios de año esperaba que lograse en 2020 su récord de ebitda con 274 millones, ha rebajado esta cifra hasta los 206 millones, un 2,3% más de lo que reportó al cierre del año pasado. Por tanto, no será hasta 2021 cuando logre batir su plusmarca de los 222 millones alcanzados en 2011. En total, ahora se espera que incremente su beneficio bruto un 45% entre 2019 y 2022.
"Los retrasos derivados de las paradas en sus actividades durante la primera mitad del año tendrán un impacto negativo en 2020, por un lado en márgenes y, por otro, en posibles retrasos en licitaciones y, por tanto, posiblemente en un incremento del apalancamiento", analizan desde Bankinter. En todo caso, se espera que esto no sea un gran problema para CAF ya que, como apunta Garbisu, "tienen liquidez suficiente para hacer frente a los vencimientos a corto plazo".

Desde Sabadell, los cuales aconsejan comprar, comentan que "la actividad de fabricación se está desarrollando con normalidad y recuperarán las horas perdidas incluso antes de que finalice el año, mientras que la actividad de mantenimiento continúa recuperándose, aunque todavía no se encuentra al 100%".
Demasiado castigo
Para gran parte de los expertos, este castigo ha sido muy injustificado dado que la compañía va a recuperar toda su actividad y negocio entre este mismo año y el siguiente. Prueba de que los expertos así lo consideran es que le dan uno de los mejores consejos de todo el parqué español (forma parte del Top 10 por Fundamentales de Ecotrader, la cartera que recoge semanalmente las 10 mejores recomendaciones de la bolsa española).
Para el 80% del consenso de analistas que recoge Bloomberg hay que tomar posiciones en CAF mientras que para el 20% restante lo adecuado sería mantenerlas. En ningún caso deshacerlas. Asimismo, le conceden un potencial del 16% hasta los 40 euros en los que fijan su precio objetivo de cara a los próximos 12 meses.
"Creo que no termina de recuperarse su acción porque el negocio comercial sí está siendo muy volátil y tampoco es la compañía más líquida del mercado, por lo que se está quedando un poco olvidada", asevera el experto de Norbolsa. Hay que recordar que el 14% del accionariado pertenece a Kutxabank mientras que el 25% es de los propios empleados de la empresa.
La compañía vasca podría ser una de las agraciadas con una parte del pastel que vendrá con fondos europeos de recuperación que comenzarán a fluir a partir de 2021. Desde la empresa comentan que ya cuentan con un pipeline de ofertas vivas de entre 5.000 y 7.000 millones, entre los cuales hay que contar el último acordado con Renfe.
¿Más autobuses que trenes?
Hace poco más de dos años CAF adquirió Solaris, una empresa polaca que fabrica autobuses eléctricos, cuya demanda se está multiplicando en los últimos tiempos ante el avance del ESG. Este mismo año, según los cálculos de GVC Gaesco, la contratación total de la compañía asciende a 835 millones, de los cuales 353 millones han sido en trenes y 482 en autobuses. El último contrato lo hizo con Milán, donde suministrarán un total de 250 unidades.