
El director de BNY Mellon IM para Iberia y Latinoamérica, Sasha Evers, expone como cada mes de noviembre su visión de los mercados de cara a los próximos meses. Con una salvedad: es la primera vez que lo hace a través de una pantalla.
El experto ha expuesto las recomendaciones y perspectivas de la firma de inversión a la que representa, pero sobre todo, su principal preocupación, que es tener que tomar decisiones de inversión con dos horizontes temporales tan distintos: uno a corto plazo difícil, deflacionista y con riesgo y uno a largo en el que esperan algo de inflación, crecimiento y, eso sí, los tipos de interés siempre bajos.
Para Evers, el Covid-19 "ha sido un acelerador de la presencia y los estímulos de los estados en sus economías, así como de las tendencias que ya venían repuntando antes como la tecnología, el ESG y la salud".
Hay que tener en cuenta, como recuerda el experto de BNY Mellon, que la caída del PIB mundial aproximadamente equivale a unos 14 billones de dólares, pero que sin embargo en estímulos se han inyectado más de 22 billones, "por lo que no sorprende que ante las noticias positivas como las de las vacunas de Pfizer o Moderna, los mercados los recojan con subidas".
Sobre la esperada inflación, Evers comenta que esperan un ligero repunte de la misma hacia la segunda mitad del año que viene, pero no será simétrica, "ya que habrá sectores, aquellos en los que la brecha entre la demanda y la oferta ahora es muy deficitaria, que podrían vivir un rebote superior cuando la demanda supere al suministro". Algo que podría fomentarla sería un descenso de la globalización, que ha sido una tendencia deflacionista durante los últimos años. "En este contexto, la renta variable y los bonos ligados a la inflación son las mejores opciones para cubrir este riesgo", aconseja Evers.
Con todo y con esto, las recomendaciones de BNY Mellon IM de cara a los próximos meses son, en renta variable, sobreponderar sectores ganadores como el de las energías limpias, el almacenamiento de energía, las infraestructuras y la movilidad. Por contra, cree que "hay que tener especial cuidado con las acciones de valor puesto que todavía quedan meses de alta volatilidad", y recomienda todavía acciones de crecimiento y de calidad con dividendo.
En renta fija, se muestra positivo con la deuda emergente en divisa local y los bonos municipales de EEUU, "un activo poco conocido aquí, pero que da buenas rentabilidades con una alta calidad crediticia", apunta el analista, que es neutral con los bonos grado de inversión y high yield y negativo con respecto a los bonos soberanos de los países desarrollados, sobre todo porque la inflación puede comerse su diferencial.