
Desde Goldman Sachs a UBS Asset Management pasando por BlackRock y el multimillonario inversor Stanley Druckenmiller. Todos recortan su exposición al dólar ante las probabilidades de una victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales estadounidenses del próximo 3 de noviembre. Las expectativas sugieren que el billete verde podría incluso perder aún más fuelle si los demócratas no solo logran la Casa Blanca sino también recuperar el control del Senado.
En estos momentos las encuestas siguen reflejando una alta probabilidad de que este escenario se materialice, algo que podría resultar en la aprobación de un estímulo fiscal de hasta 3,5 billones de dólares tras la toma de posesión del próximo gobierno en enero del próximo año.
La agenda de Biden también busca un gasto adicional de alrededor del 3% del PIB en infraestructura, atención médica, educación, clima, vivienda y otras prioridades demócratas. Dado que no está previsto que la Reserva Federal esté en condiciones de subir los tipos por lo menos hasta finales de 2023 o comienzos de 2024, el gasto fiscal a gran escala por el que abogan los demócratas reducirá el valor del dólar, al tiempo que dará un modesto impulso a los rendimientos de los bonos.
Ante este posible escenario, BlackRock mantiene una posición corta en el dólar frente a divisas asiáticas como el yuan chino o la rupia india, según señala Bloomberg citando a Neeraj Seth, director de mercados de crédito asiáticos de la gestora de activos. Seth estima que estas monedas se encuentran entre las mejor posicionadas para beneficiarse de un dólar debilitado a medida que los inversores buscan un mayor rendimiento. "Mi escenario base estima que todavía tenemos al menos entre uno y tres años de debilidad del dólar, eso no va a cambiar", apunta.
Durante su intervención esta semana en la Conferencia de Inversión Robin Hood, que en su última edición se celebró de forma virtual debido a la pandemia, Druckeniller, con una fortuna aproximada de 5.800 millones de dólares, reveló a la audiencia su posición a corto contra el dólar estadounidense y avisó cómo los inversores extranjeros han estado vendiendo bonos del Tesoro durante los últimos meses.
Desde Goldman Sachs también recomiendan recortar posiciones en el dólar argumentando que los riesgos sobre la evolución de las vacunas y la cita con las urnas ponen presión a la baja para el billete verde. En una nota a sus clientes, los analistas del banco observan "bajas probabilidades" para un impulso positivo para esta divisa antes de finales de año.
Además de las elecciones de la próxima semana, el dólar se correlaciona negativamente con la salud de la economía global. "Seguimos pensando que el dólar perderá más terreno", afirma Jonas Goltermann, economista de mercado de Capital Economics, quien recuerda que la divisa se mantiene muy por encima de su media a largo plazo y, por lo tanto, tiene mucho margen para debilitarse desde su nivel actual.
De hecho son múltiples los factores que invitan actualmente a una tendencia bajista para el dólar estadounidense. Entre ellos el conocido como "déficit gemelo" tanto del lado fiscal como por cuenta corriente, que continuará ascendiendo a medida que el gobierno amplia los estímulos fiscales. Esto a su vez forzará al Departamento del Tesoro a mantener una fuerte emisión de deuda pública en un momento en que los inversores extranjeros muestran cierta inapetencia por los bonos del Tesoro estadounidenses y los gobiernos soberanos diversifican sus activos de reserva.