
Antes de la pandemia de coronavirus, el republicano Donald Trump cimentó su presidencia en tres ejes: ganar la guerra comercial con China, dejar Wall Street en máximos históricos y el paro en mínimos. Aunque el coronavirus ha roto claramente su estrategia y la nefasta gestión de la crisis sanitaria y social le mantienen por detrás del candidato demócrata, Joe Biden, en la carrera electoral de Estados Unidos que finaliza el martes, lo cierto es que el conflicto arancelario se mantiene aparcado, la bolsa se acerca a su techo y este jueves se podría conocer el dato semanal de peticiones de subsidio de desempleo más bajo desde marzo.
La estimación del consenso de expertos que reúne Bloomberg apunta a 870.000 peticiones, en línea con las últimas semanas, pero entre las previsiones más optimistas se encuentra algunas que apunta a 800.000, la cifra más baja de la pandemia.
El ritmo sigue siendo muy alto y la tasa de paro se eleva hasta el 8% (lejos del 15% de abril, pero muy por encima del 3,5% de principios de ejercicio), pero Trump podría agarrarse a cualquier indicio de recuperación económica para remontar las encuestas y renovar la presidencia, dado que habitualmente se ha agarrado a los argumentos económicos para justificar sus desmanes, las promesas incumplidas y la tendencia populista.
Para la Historia quedarán aquel tuit del "JOBS, JOBS, JOBS!!" (¡empleos, empleos, empleos!, en inglés) de marzo de este mismo año y otros similares desde que ganó por sorpresa los comicios de 2016 y las celebraciones de los máximos de Wall Street cual forofo.