Los inversores extranjeros seguirán siendo la mayor fuente de demanda de acciones estadounidenses en 2021, según los datos dados a conocer por Goldman Sachs en un informe distribuido entre sus clientes.
Una dinámica impulsada principalmente por la caída estructural en el dólar, con el banco proyectando una devaluación del billete verde del 9% en los próximos 12 meses, que debería respaldar una compra neta de acciones de renta variable americana hasta 350.000 millones de dólares el próximo año.
Por su parte, la demanda de las compañías americanas, principalmente en forma de recompra de títulos propios, que en los últimos años se había convertido en un pilar crucial del mercado alcista, alcanzará los 300.000 millones de dólares. Una mejora con respecto al año en curso pero, aún así, un 25% por debajo de la media anual durante la última década.
De esta forma, las recompras no recuperarán sus niveles anteriores a la pandemia debido a las restricciones en muchas empresas para mantener efectivo y la retórica política negativa contra este tipo de operaciones financieras.
Mientras tanto, el 1% de los estadounidenses más acaudalados, que representan el 19% de la propiedad total de acciones a este lado del Atlántico, impulsará la demanda positiva de acciones entre los hogares patrios, que alcanzará los 100.000 millones de dólares, según indica Goldman.

En términos generacionales, la Generación X (nacida en 1965 y 1980) ha sido el mayor comprador de acciones durante los últimos 5, 10 y 30 años, pero los Baby Boomers (nacidos entre 1946 y 1964) actualmente poseen la mayoría de los activos de renta variable americana (53% del total).
Tanto los fondos de pensiones como los fondos mutuos se postularán como vendedores netos de renta variable americana. En este último caso, Goldman observa un continuo traspase de la gestión activa a la pasiva que impulse las ventas de acciones (200.000 millones de dólares este año) y entradas netas en fondos cotizados (ETF, por sus siglas en inglés) de hasta 250.000 millones de dólares el próximo año.
El aumento proyectado de los rendimientos de los bonos del Tesoro mejorarán los niveles de capitalización entre los fondos de pensiones, lo que respaldará la venta neta de acciones por valor de 250.000 millones de dólares.
De hecho, una barrida demócrata el próximo 3 de noviembre, en la que no solo consigan la Casa Blanca sino también ambas Cámaras del Capitolio, probablemente aumentará la venta de acciones de los fondos de pensiones el próximo año porque este escenario supondría un repunte para las tasas de interés y el rendimiento del bono americano.
Una goleada demócrata también puede plantear problemas para los estadounidenses con mayores ingresos dado que el nominado demócrata a la presidencia, Joe Biden, ha propuesto un aumento impositivo sobre las ganancias de capital y dividendos.
"Aunque la anticipación de esta subida podría llevar al 1% más rico de los estadounidenses a vender acciones a finales de este año, los estadounidenses deberían seguir siendo compradores domésticos netos en 2021", concluyen desde Goldman Sachs.