
El orgullo patrio hace que para casi todos el inventor del helicóptero sea el murciano Juan de la Cierva. Pero la realidad es que su autogiro fue el precursor del primer helicóptero pilotado del argentino Raúl Pateras de Pescara. Aunque el primer aparato controlable totalmente en vuelo y producido en cadena fue del ruso Igor Sikorsky.
Pero para ser todavía más honestos Leonardo da Vinci, a finales del siglo XV, ya dibujó el Tornillo Aéreo en uno de sus cuadernos. Al entender que el aire tiene consistencia, postulaba que el rotor de su máquina al girar se enroscaría igual que un berbiquí que penetra en la madera.
"La compañía no va a dejar de retribuir porque el primer interesado es el estado italiano, que controla el 30% del capital"
Hoy la multinacional italiana Leonardo es uno de los líderes mundiales en fabricación de helicópteros y en soluciones de simulación para su manejo, además de ser líder en electrónica de defensa. Para muchos el AW101 es el helicóptero multifunción más avanzado, versátil y capaz disponible en la actualidad. Uno de los aparatos más demandados por fuerzas armadas o servicios de rescate.
La carta de presentación antes del Covid hacía de Leonardo una idea de inversión atractiva bajo la perspectiva de comprar una compañía que contribuye al progreso y la seguridad del mundo con soluciones tecnológicas innovadoras.
Aunque el negocio aerospacial es el menos importante en la cuenta de resultados, de la planta de Milán han salido los paneles solares del Juice, los más grandes jamás construidos para una misión interplanetaria para garantizar la energía necesaria de la instrumentación a bordo de la sonda europea que durante ocho años estudiará Júpiter y sus tres lunas heladas, Ganímedes, Calisto y Europa. El 82% de los ingresos de la compañía proceden de la inversión militar y de los gobiernos, frente al 18% de la aviación civil.
"La participación pública de la compañía es una de las rémoras que no suele gustar en mercado"
Pero la llegada del Covid pone en duda el crecimiento esperado de los presupuestos de defensa mundiales (1,7% de media estimado entre 2017 y 2022) así como los esfuerzos europeos para aumentar el presupuesto de defensa al 2% del PIB en los países de la OTAN.
El destino del dinero público tras el Covid se va a reconducir y esto ha llevado a que por Leonardo se paguen hoy en bolsa solo 5 años de beneficios de 2021 y 4 de 2022. Leonardo no se espera que entre en pérdidas este año (se estiman 383 millones de beneficio para este, 577 para el que viene, frente a los 822 de 2019).
La compañía se volverá a elevar por los rotores de un negocio que, además, no va a dejar de retribuir porque el primer interesado es el estado italiano, que controla el 30% del capital. Hay que contar con una retribución en torno al 3% que puede ser ascendente con la mejora de los resultados. La participación pública de la compañía es una de las rémoras que no suele gustar en mercado, pero Italia representa todavía el 16% de las ventas, frente al 27% de EEUU, 20% de Europa, 10% de Reino Unido y 27% del resto del mundo.
*Joaquín Gómez es director de Mercados y Productos de Inversión en 'elEconomista'.