
ras la adquisición de BME por SIX, la Bolsa de Milán es de los pocos mercados que quedan disponibles y podría ser el próximo escenario en el que se librara una nueva batalla. Este viernes se decidirá su futuro. Es el último día en el que su propietaria, London Stock Exchange, espera tener sobre la mesa tres ofertas, las de EuroNext, Deutsche Börse y SIX Group.
La propuesta que, a priori, suena con más fuerza es la de EuroNext, que estaría pensando en presentar una oferta de entre 3.500 y 4.000 millones de euros -la mitad de lo que capitaliza el gigante francés-, tal y como publicó ayer Bloomberg. De ser así, implicaría -en la parte alta del rango- elevar un 8% la valoración inicialmente prevista de Borsa italiana, en una horquilla entre 3.300 y 3.700 millones, incluyendo la plataforma de venta de renta fija MTS, "un activo estratégico en Italia" para la compra-venta de bonos soberanos, afirma la agencia. Fuentes consultadas por Reuters aseguran que Stephane Boujnah, consejero delegado de EuroNext, se habría reunido el día 9 con el ministro italiano de Finanzas, Roberto Gualtieri, "para hablar del futuro de la Borsa italiana".
El Gobierno italiano es quien controla Cassa Depositi e Prestiti, el banco de inversión con el que EuroNext va a realizar la puja y que se quedaría con el 8% del gestor europeo en caso de tener éxito. La compañía no quiso hacer comentarios al respecto. Tampoco SIX. El gestor suizo "no comenta rumores o especulaciones", dice, pero la prensa financiera del Viejo Continente apunta a otra guerra encubierta frente a EuroNext para hacerse con una bolsa periférica.
En España, la tentativa del gestor parisino quedó solo en palabras pues nunca llegó a realizar una propuesta formal por BME, incapaz de competir con la opa de SIX, 100% en metálico, como también podría realizar la de Milán. Su liquidez aumentó un 90% tras hacerse con BME y a junio superaba los 6.700 millones de euros.
La pregunta ahora es ¿podrá hacerlo EuroNext? Los analistas de Barclays calculan que el dueño de las bolsas de París, Ámsterdam, Bruselas, Lisboa, Oslo y Dublín cuenta con una liquidez disponible de unos 1.000 millones de euros -entre 622 millones de cash a cierre de junio y un crédito revolving disponible de 400- para ejecutar la operación, lo que implicaría un canje aproximado de un 30% en efectivo y otro 70% en acciones, con una deuda neta/ebitda que no supere las 2,5 veces si quiere mantener su calificación crediticia.