
Los fondos inmobiliarios todavía no han recuperado el atractivo que tenían antes de la caída de los mercados debido a la pandemia del coronavirus. Cerraron el primer trimestre del año con una caída media del 24,43% para la categoría de Real Estate de Morningstar y han llegado a finales de agosto recortando esta pérdida solamente hasta el 16,68%. Una diferencia demasiado amplia todavía, teniendo en cuenta que los fondos de la Liga Global de la Gestión Activa de elEconomista han logrado rebajar su caída hasta el 2,82% de media, desde el 21,27% que llegaron a perder. Y eso que los fondos activos están más descorrelacionados de los índices que otros productos de inversión.
Pero esta caída de rentabilidad en el año está compensada de momento con el 24,40% que llegaron a ganar el año pasado de media, lo que dejaría a los inversores que sigan invertidos en este tipo de fondos con un rendimiento del 7,72%, que probablemente será mayor si la tendencia alcista de la bolsa de los últimos meses se mantiene.
Un porcentaje similar al que siguen ofreciendo los fondos inmobiliarios de rendimiento anualizado a diez años. Y estas caídas, lejos de ahuyentar a los inversores, están atrayendo flujos netos de dinero. Con datos de Morningstar hasta el pasado mes de julio, los fondos inmobiliarios que invierten en activos del sector cotizados han acaparado 2.487 millones de euros, mientras que los fondos centrados en invertir directamente en propiedades físicas han acumulado 7.661 millones de euros, situándose en noveno lugar por captaciones netas hasta esa fecha.
Este interés de los inversores por activos de este sector, bien por la vía de fondos que compran directamente inmuebles bien por la vía de fondos que compran sobre todo acciones de Reits (el equivalente mundial a las socimis españolas) se ha dejado notar de manera notable en Alemania, donde los fondos alternativos del sector inmobiliario han captado 2.000 millones de euros, lo que muestra la necesidad de diversificar las carteras en un entorno de rendimientos moderados en los activos tradicionales de renta fija.
Y eso que la pandemia del coronavirus ha puesto de manifiesto la asimetría que existe entre unos reits y otros, puesto que los centrados en centros comerciales y oficinas podrían sufrir las consecuencias de la renegociación de alquileres, debido a una menor afluencia de clientes para realizar sus compras –al tiempo que se incrementa el comercio digital– y a la extensión del teletrabajo. Pese a estas incertidumbres, en Janus Henderson destacaban que "los balances de los Reits están más robustos: menor apalancamiento, vencimientos de deuda más largos y fuentes de financiación más amplias lo que hace que tienen vencimientos limitados a corto plazo".
Entre los fondos del sector aparecen dos españoles: Ibercaja Sector Inmobiliario A, que se deja en el año un 16,86%, y ?GVC Gaesco Oportunidades Empresas Inmobiliarias RV, que pierde un 15,16%.