EURUSD
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Si hay algo que ha llamado la atención en el mercado de divisas en los últimos compases del semestre que terminó ayer ha sido la debilidad que ha reflejado el dólar estadounidense. Un comportamiento que se ha puesto más de manifiesto aún si cabe ante el incesante aumento del número de infectados por Covid-19 en EEUU en las últimas semanas.
Sin embargo, las pronunciadas caídas que ha registrado la divisa yankee frente a sus cruces más negociados en el segundo trimestre del año no sirven para borrar todas las ganancias que acumuló en los primeros tres meses del año, cuando inversores y analistas la identificaron como un activo seguro al que acudir en un momento de mercado en el que la renta variable y el resto de activos de riesgo cosechaban abultadas pérdidas. De hecho, el bagaje semestral entre la divisa norteamericana y el euro ha quedado practicante en tablas desde enero y se ha mantenido sobre los 1,12 dólares por euro durante la mayor parte del mes de junio.
En este contexto "una de las grandes incógnitas que hay en los mercados de divisas para la segunda mitad del año es saber si el dólar seguirá conservando su condición de activo seguro en caso de que la pandemia empeore en EEUU", aseguran desde Ebury.
Sea como sea "en la actual guerra de divisas, EEUU tiene mayor margen de maniobra, lo que podría continuar lastrando al dólar", aseguran desde A&G. Un pronóstico que sería perjudicial para un euro que ha cerrado el semestre al alza frente a gran parte de sus cruces y que solo ha sido claramente derrotado por el yen japonés y el franco suizo.
Las más perjudicadas
Otra de las grandes incógnitas de cara a la segunda mitad del ejercicio es si las divisas más ligadas a las materias primas darán continuidad a la caída que han protagonizado desde enero.
Y es que, las diez divisas más negociadas del planeta se han revalorizado en el semestre frente a la corona noruega, que se ha convertido en una de las monedas más bajistas en este periodo al calor del desplome del precio del barril de crudo.
Y siguiendo su estela está la libra británica que también ha sufrido un importante descenso en el semestre a pesar que en los últimos tres meses se haya alejado de los mínimos que marcó frente a sus principales pares en el mes de marzo.