
La inteligencia artificial no es una tecnología que se use por separado, sino más bien una herramienta transversal. Rolando Grandi es gestor del fondo Echiquier Artificial Intelligence, de la compañía francesa La Financière de l'Echiquier. El experto destaca la universalidad de la IA y su potente crecimiento. El fondo que maneja está en su mayoría expuesto a empresas estadounidenses, pero también incluye a firmas asiáticas destacadas. Sus mayores posiciones son Alteryx, Nvidia, ServiceNow, Twilio y Okta, y su rentabilidad en lo que va de año roza el 24%, según datos de Mornigstar.
¿Cuántas empresas forman parte del fondo?
35 en la actualidad; nuestras convicciones más fuertes.
¿Cómo consigue batir al mercado un fondo como este, basado en la inteligencia artificial?
Dos razones. Primero, la temática es muy robusta, puesto que las inversiones de las empresas en nuevas soluciones y productos de inteligencia artificial (IA) están en crecimiento; y, segundo, nuestro stock-picking [selección de valores] de convicción y focalizado en los líderes de esta revolución, nos permite captar aún más la creación de valor de esta megatendencia.
¿Qué criterios utiliza para elegir las empresas que componen el fondo?
Nuestro proceso de gestión se apoya en una primera selección de títulos realizada por medio de algoritmos semánticos. Apuntamos a cuatro perfiles de empresas en todo el mundo: las que usan la IA, como por ejemplo Netflix, que utiliza la IA y el big data; las que venden IA, como Blueprism o Salesforce; las empresas que suministran las infraestructuras necesarias para la IA, físicas o digitales, como Twilio, y por último los facilitadores de la IA, que la dotan de capacidades sensoriales, como por ejemplo Nvidia.
Nuestra aproximación es, por lo tanto, mundial, y se traduce por una transversalidad sectorial y geográfica.
¿En qué tipo de herramientas o soluciones trabajan las compañías que integran el fondo?
La tecnología de la inteligencia artificial es una tecnología universal. Es decir, prácticamente todo sector puede beneficiarse de esta revolución. Por ende, las aplicaciones de IA son muy variadas: desde la ciberseguridad a los doctores virtuales pasando por los robots digitales.
Lo que más nos alegra de esta temática es la gran variedad de herramientas, soluciones y productos que se desarrollan en este ámbito.
En general, las empresas que forman parte del fondo, ¿trabajan en proyectos similares o existen diferentes niveles de especialización en el campo de la IA?
Son muy variados; y esta variedad es lo que permite tener una diversificación suficiente en nuestra cartera. Tenemos empresas que desarrollan herramientas de análisis de datos inteligentes, como también aquellas que proveen algoritmos de recomendación e incluso aquellas que venden robots digitales que permiten de automatizar actividades de oficina.
¿Cómo contribuyen a la inteligencia artificial empresas como Twilio, Nvidia o Ping An?
Twilio suministra a la IA infraestructuras digitales, en la forma de una plataforma de comunicación que permite a aplicaciones, como por ejemplo Uber, Spotify o incluso WhatsApp, comunicarse con sus usuarios.
Nvidia pertenece a la categoría de los facilitadores de la IA y provee el cerebro de la IA. Ping An Healthcare, una de mis mayores convicciones, ha desarrollado una plataforma de telemedicina a la que tienen acceso más de 300 millones de pacientes en China; un título que se ha apreciado con fuerza desde el inicio de la epidemia del coronavirus.
¿Es probable que algunas de las sociedades del fondo acaben por ser compradas por grandes compañías?
Es algo que ya ocurrió en la cartera y que podría continuar. Por ejemplo, la empresa Tableau, que teníamos en cartera, fue adquirida por Salesforce por más de 15.000 millones de dólares. Estas empresas están tan especializadas y tecnológicamente en posición de liderazgo que su atractivo es cada día mayor para las grandes empresas que buscan entrar en la era de la IA.
¿Por qué no incluir empresas como Alphabet, Facebook, Samsung o Siemens, por ejemplo?
Todas esas empresas forman parte de nuestro universo de inversiones, puesto que tienen un rol importante en el desarrollo, adopción y comercialización de la IA en el mundo. Sin embargo, no hay que olvidar que nuestro objetivo es de manejar una cartera que tiene que dar mejor rendimiento que el mercado.
Entonces, puede que las empresas citadas no cumplan con nuestros niveles mínimos de rentabilidad esperada o que no tengan un perfil financiero superior a lo que ya tenemos en cartera.
Al nivel de las pequeñas y medianas empresas, ¿cómo puede la IA beneficiarles?
Dependerá de su perfil. Si la empresa adopta la inteligencia artificial para tener un mejor manejo de sus datos y utilizar algoritmos de análisis predictivo, la empresa puede mejorar sus operaciones y tener mejores niveles de crecimiento y de competitividad. Los costos pueden también ser optimizados gracias a la inteligencia artificial a través el manejo de tecnologías como la nube o los robots digitales.
La gran ventaja de la IA es que su carácter universal permite a toda empresa, de las más recientes a las más grandes, poder beneficiarse de esta tecnología.
¿Cree que el proyecto de la Comisión Europea de invertir en nuevas tecnologías, tales como el 5G o la inteligencia artificial, se paralizarán por la crisis económica y sanitaria actual?
La prioridad actualmente es de manejar la crisis sanitaria de la Covid-19. Las inversiones de 5G, de robotización e incluso de inteligencia artificial puede que sean pausadas por los gobiernos.
Sin embargo, muchos países también saben que estos temas son estratégicos en el liderazgo tecnológico frente a China y Estados Unidos. De esta manera, esperamos que muchos de estos proyectos puedan tener mayor prioridad en cuanto hayamos pasado esta crisis.