
El 7 de mayo de 2015 Cellnex dio su salto a la bolsa española en un momento en el que muy pocos inversores en el país lograban entender su negocio y con un valor bursátil por debajo de los 3.250 millones de euros. Solo un año después se colaba en el Ibex 35 y ahora cumple 5 años en el parqué -presentará este jueves sus cuentas- como la gran alegría para los inversores españoles -los pocos que han sido capaces de cazar su potencial-. Su rally bursátil le ha valido para situarse como la quinta por ponderación del índice, con más de un 6%.
Por capitalización sería la sexta empresa del selectivo. Esta diferencia se debe a las normas para calcular el peso en el Ibex, que varía en función del porcentaje de capital que tiene en circulación libre la compañía. En el caso de Cellnex computa el 100% de su valor, al tener más de un 50% de free float. A golpe de adquisiciones -y de disciplina finaciera-, ha multiplicado su valor hasta llegar a rozar los 20.000 millones de euros -ahora se sitúa en 18.700 millones- y por el camino ha dado un retorno cercano al 300% para sus accionistas ajustado a las ampliaciones de capital y el reparto de dividendos.

Durante estos años ha realizado o comprometido inversiones por 13.500 millones de euros, pasando a controlar 61.000 emplazamientos. Estos números le valen para hacerse con una cuota de mercado del 15%, según Kepler Cheuvreux, una vez que se cierren todos los acuerdos, una cifra respetable pero que aún deja a la compañía muy lejos de los guarismos en EEUU, donde el 90% de los puntos están en manos de operadores independientes. Precisamente, el gran punto de la tesis de muchos inversores que han acompañado a Cellnex era si podría copiar la historia de sus homólogas del otro lado del Atlántico, como Crown Castle o American Tower. Y, de momento, analistas e inversores creen que está en disposición de hacerlo.
Con su porfolio de torres, la compañía calcula que podría alcanzar una facturación de 2.400 millones -frente a los 1.035 millones de 2019- y un beneficio bruto de 1.850 millones en 2027 -el pasado año fueron 686 millones-, lo que, según los cálculos de Kepler Cheuvreux, se convertiría en un flujo de caja libre de 1.015 millones de euros. Eso sí, los expertos esperan más. En la casa francesa estiman que Cellnex podría hacerse con un tercio del mercado, añadiendo 88.000 nuevas torres. Pero en un escenario más positivo en el que las grandes operadoras decidiesen subcontratar torres en sus mercados core, le permitiría triplicar su tamaño y hacerse con una cuota de mercado del 50%. En JP Morgan identifican en los territorios en los que Cellnex está asentada 170.000 torres en manos de telecos o del capital privado y calculan que 98.000 son activos que teóricamente la empresa podría intentar comprar. Por su parte, en Goldman apuntan que cerrar un 25% del gap con EEUU implicaría tratos potenciales para las independientes por 50.000 millones.
Una de las preocupaciones de los inversores que no se han decidido a 'apostar' por Cellnex es su apalancamiento, con una deuda/ebitda de 6,4 veces en los últimos 12 meses. Sin embargo, algunos analistas invitan a mirar la relación entre su deuda y su valor empresarial (capitalización más deuda).
El pasivo supone el 32% del enterprise value de la firma, frente al 60% que de las 'telecos', que se están viendo en la necesidad de vender sus torres a operadoras como Cellnex.