
El mercado tendrá que encajar la próxima semana los datos adelantados de abril de la industria manufacturera y de servicios de la eurozona y EEUU y las encuestas de confianza más importantes de Alemania, con expectivas de que caigan en todos los casos por debajo de los mínimos de marzo.
El 23 de abril llega la primera oleada de índices PMIs sobre la actividad en el presente mes de la eurozona y EEUU y las expectativas no dejan espacio a la esperanza. La hibernación económica adoptada por los distintos gobiernos de ambas regiones para frenar la expansión de contagios por coronavirus y para evitar el colapso de los sistemas sanitarios se traducirá en peores datos incluso que en marzo, cuando en la mayoría de casos estos indicadores adelantados ya registraron mínimos históricos. Entre todos, la cifra más pésima que se espera es la de los servicios de la eurozona, que se hundirá en 24 puntos, según las expectativas del consenso de analistas que reúne Bloomberg. En marzo, este índice PMI, que se construye en base a datos reales y estimaciones, se desplomó hasta los 26,4 enteros -por debajo de los 50 puntos apunta a contracción de la actividad-.
Según las mismas previsiones, el PMI manufacturero de la zona euro lanzará una lectura algo mejor respecto al de servicios, pero sufrirá una caída mayor, hasta los 39,3 puntos, desde los 44,5 enteros de marzo, lo que refleja que el sector terciario recibió el primer impacto y el más acusado mientras que en abril ha comenzado a resentirse con severidad la industria.
El panorma es idéntico en EEUU. Solo cambian las cifras. El PMI de servicios al otro lado del Atlántico registrará mínimos históricos en 32,5 puntos en abril, desde los 39,8 de marzo, mientras que el desplome más agudo llegará en la industria manufacturera. Este indicador adelantado se arrastrará hasta los 38,5 enteros, desde los 48,5 del mes pasado. Un golpe tremendo para la primera economía del mundo, que el mismo 23 de abril conocerá el nuevo dato de peticiones semanales de desempleo, tras destruir en el último mes todos los puestos de trabajo creados en la última década.
Antes de los PMIs, el 21 de abril, la encuesta de confianza inversora más importante de Alemania, la que elabora el instituto Zew, visibilizará la absoluta incertidumbre que atraviesa la economía del motor europeo con una lectura de -77,5 puntos, frente a los -43,1 de marzo, según la expectativa media de los expertos que reúne Bloomberg. El 24 de abril, otro sondeo, pero entre empresarios, el que realiza Ifo, también se hundirá en mínimos, según las mismas previsiones.
La única esperanza es que estos datos de abril supongan el suelo de la crisis provocada por la pandemia de coronavirus y la gran amenaza es que los números definitivos sean incluso peores de lo esperado, como ocurrió este viernes con la contracción del PIB de China en el primer trimestre, que alcanzó el 6,8%, frente al 6% estimado.
¿Reunión de urgencia del BCE?
El 30 de abril llegará el turno para el PIB de la eurozona en los tres primeros meses del año, el mismo día para el que está agendada la reunión ordinaria sobre política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), aunque ya hay voces entre los expertos que apuntan a que no sería extraño que la institución se adelantara si los diferenciales de la deuda de los países periféricos de la eurozona siguieran estirándose en los próximos días. Las primas de riesgo de España, Italia o Portugal ya adelantaron la necesidad de nuevas medidas de urgencia esta semana tras conocerse las nefastas previsiones de crecimiento y endeudamiento del Fondo Monetario Internacional (FMI), que estimaron que la economía de España se contraerá un 8% y la tasa de paro alcanzará el 20,8%.
En el plano microeconómico, el mercado seguirá recibiendo los golpes en los que se traducen los resultados empresariales, en la segunda semana de la temporada de presentaciones del primer trimestre de 2020, que, como es habitual, se inició en EEUU con el sector bancario y que ahora avanzará en Europa y comenzará en España.
El único clavo ardiendo al que agarrarse podría llegar también al final del mes, cuando se conocerán los PMIs sobre la actividad en abril de China, que deberían marcar el camino de la recuperación, como ya ocurrió con el rebote en V de los indicadores adelantados del gigante asiático durante el mes de marzo.