La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) no ha conseguido cerrar un acuerdo para ampliar el límite de producción que acordaron en diciembre. El precio del barril de petróleo Brent está sufriendo las consecuencias, con un desplome en la jornada que ha llegado a rozar el 7,7%, hasta los 47 dólares, mínimos de 2017. Es la mayor caída del crudo en un día desde 2016.
Ayer los miembros del cártel habían propuesto y acordado recortar la oferta en otros 1,5 millones de barriles, que se añadirían a los 1,2 millones que ya se redujeron el pasado diciembre. Sin embargo, el regreso de Alexander Novak, ministro de Energía de Rusia, a la reunión de la OPEP en Viena, ha tirado por tierra las expectativas de ver un acuerdo.
El recorte estaba condicionado a que Moscú aceptase colaborar con el cártel, algo que finalmente no ha tenido lugar. Rusia estaría de acuerdo, según explican desde Bloomberg, a mantener el pacto tal y como se decidió en diciembre, pero no a cerrar más el grifo.
En el pasado las reuniones de la OPEP han sido una fuente de volatilidad para el petróleo, con este tipo de comunicados y acuerdos de última hora, como ocurrió en 2016 con las distintas posturas que había entre Irán y Arabia Saudí. Sin embargo, en esta ocasión no ha sido así y el encuentro ha terminado sin un pacto, algo que no pasaba desde noviembre de 2014.
La pregunta ahora es qué decidirá hacer Arabia Saudí, el principal interesado en mantener limitada la producción, que en 2019 asumió la mayor parte del peso del recorte bajo sus hombros.