
Las revueltas sociales han sido un factor de riesgo para la economía y los mercados en algunas regiones del mundo durante el año 2019. A lo largo de los últimos meses, las protestas han estallado en distintos lugares del globo, como Hong-Kong, Chile, Francia, Irán e, incluso, España donde, además de la inestabilidad que ha generado el conflicto catalán, ahora están surgiendo protestas en el sector agrícola.
Los mercados no son inmunes a las revueltas, pero su impacto directo, tanto en la economía como en las cotizaciones de activos como la renta variable o la fija, es difícil de cuantificar. El origen de las protestas es diferente en cada región, lo que obliga a analizar cada situación de forma independiente, según indican los expertos. Sin embargo, también señalan ciertos aspectos, principalmente el incremento de la desigualdad, como factores comunes que han podido tener que ver con los levantamientos en distintos continentes.
"Siempre hay factores idiosincráticos en juego, que hacen complicado llegar a conclusiones generales", explica Stefan Hofrichter, economista global de Allianz Global Investors, pero también destaca cómo "el incremento en la desigualdad es un factor común en los países que están experimentando revueltas sociales". Pese a todo, el experto quiere dejar claro que "correlación no es lo mismo que causalidad".
Otros expertos sí apuntan a la desigualdad como la principal causa: "En el pasado, las disparidades de renta entre generaciones eran mucho menores a la actual", explican desde Fidelity, desde donde destacan que "los jóvenes de hoy son la primera generación que vivirá peor que sus padres, una realidad apoyada por muchos estudios", que parece estar relacionada, en opinión de la gestora americana, con las revueltas de 2019: "Aun siendo menores a la actual, esas desigualdades en el pasado fueron en muchas ocasiones un suelo fértil para las revoluciones", indican.
La mayor parte de expertos comparte la importancia del incremento que se ha producido en la desigualdad como el principal origen de las protestas. "Su incremento es una causa importante en la mayor parte de las ellas", señala Aneeka Gupta, director de investigación de WisdomTree, desde donde indican cómo "el coeficiente de Gini, que mide la distribución de los ingresos entre los distintos individuos de una economía, ha alcanzado máximos históricos en EEUU". Eso sí, la compañía también tiene en cuenta otras causas, como "las acusaciones de corrupción de las élites políticas".

La revolución digital que está teniendo lugar a lo largo de todo el planeta también es un caldo de cultivo propicio para las revueltas: "Estructuralmente, la cuarta revolución industrial supone oportunidades y amenazas", explica Ignacio de la Torre, socio y economista jefe de Arcano Partners, como "que se genera más desigualdad de ingresos, más dispersión de salarios y más desequilibrios geográficos, de grandes metrópolis frente al resto del país, lo que genera emanaciones políticas, como populismos o revueltas contra la metrópoli, como la de los chalecos amarillos", señala. Hofrichter también incluye el impacto de las medidas de los bancos centrales como un elemento que ha contribuido al aumento de la desigualdad: "La explicación tiene múltiples factores, entre los que se encuentra una política monetaria asimétrica". Hay que recordar que en los últimos años los bancos centrales han intervenido la economía a través de los mercados financieros, comprando deuda de compañías con los programas QE, que han contribuido a encarecer activos como la bolsa o los bonos.
Efectos en el mercado
El impacto que las revueltas sociales pueden tener en los mercados no está nada claro para los expertos. La mayor parte de ellos lo considera muy difícil de anticipar, pero sacan algunas conclusiones que pueden ayudar a entender cómo la tensión y la violencia en las calles pueden hacer mella en los mercados:
Las protestas no serán clave para los mercados en los próximos meses, afirma Rosa Duce, economista jefe de Deutsche Bank España; con ella está de acuerdo Ignacio Perea, director de inversiones de Tressis
"En términos de mercado creo que los disturbios no deberían tener demasiado impacto", señala Ignacio Perea, matizando cómo "un elemento que contemplo es que se produzca una mayor relajación presupuestaria en algunos países", a consecuencia de las revueltas", que termine teniendo un impacto en su deuda", que podría terminar trasladándose a las cotizaciones de los bonos del país. Otra posibilidad que contempla el experto es que "podamos asistir a una mayor regulación en los sectores para limitar las dinámicas de fijación de precios, lo que podría afectar a los márgenes. Pero es una posibilidad remota", señala.
Rosa Duce, economista jefe de Deutsche Bank España, considera que "en este momento las revueltas sociales no serán clave para los mercados en los próximos meses. Por ahora es un movimiento social, consecuencia de que en la recuperación mundial, que lleva muchos años en marcha, el crecimiento es bajo y eso hace que haya gente que no ha participado de la recuperación", indica.
Paulo Gonçalves, analista senior de estrategia de mercados de Banca March, cree que las revueltas "son una tendencia que va a estar presente, con cada vez más movimientos populistas. Van a impactar en mercado, pero hay que mirarlo todo con perspectiva. Tenemos el ejemplo del Brexit, con las caídas del día de la votación, y la recuperación que se vio después. Como inversores pensamos que va a estar presente, con episodios recurrentes, en momentos puntuales", destaca.
Otros expertos, sin embargo, sí están más preocupados por los efectos que pueden tener para los inversores. Olivia Álvarez, analista de Monex Europe, destaca que "más allá de la inquietud que generan estos eventos a nivel doméstico, su impacto se añade al cúmulo de tensiones globales y alimentan la percepción de incertidumbre en los mercados financieros. Esto no es trivial en la operativa de los inversores, y se observan movimientos de aversión al riesgo cuando estos conflictos son más pronunciados", explica, y añade cómo "estos eventos tienen un amplio potencial para influir en la operativa de los mercados este año".
Las regiones a vigilar en 2020
Las revueltas que han surgido en distintos continentes en 2019 podrían continuar en 2020, o incluso surgir en zonas donde todavía no hayan tenido lugar. Los expertos destacan la dificultad de estimar este tipo de sucesos, pero dan algunas pistas de dónde podrían aparecer y España es una de estas regiones: "Las protestas de Hong-Kong, que se han diluido tras la llegada del coronavirus, podrían volver a primera plana", explica Aneeka Gupta, que añade cómo "las confrontaciones en España y en Chile podrían intensificarse". También "India puede tener problemas en los próximos meses", según el experto, "en respuesta a las últimas iniciativas de Modi, que están creando divisiones en torno a la religión y a la identidad nacional".
China es otra zona a tener en cuenta, ya que, como explica Ignacio de la Torre, "la situación del coronavirus está generando un descontento insólito. Si la crisis se traslada al sector inmobiliario no descarto que la situación sea más inestable".
'Desmontando' a Milanovic
Uno de los gráficos que se han esgrimido para mostrar el incremento de la desigualdad en el mundo es la curva del elefante que Marko Milanovic plantea en su libro Desigualdad Global. El gráfico intenta reflejar cómo han evolucionado los ingresos de la población mundial según su poder adquisitivo y refleja cómo, al margen de los ciudadanos más ricos, la clase media-alta del planeta es la que más ha sufrido entre 1988 y 2008. Sin embargo, Miguel Ángel Bernal, profesor de la Fundación de Estudios Financieros, desmonta el planteamiento de Milanovic: "Es un gráfico interesante, pero no me resuelve la duda en cuanto a la desigualdad. Hay variaciones de países; tendría que hacer el análisis sin tener en cuenta Japón, la URSS y China. Sería interesante sacar una curva para cada país, y no uno común". El profesor muestra cómo quedaría la curva que plantea Milanovic si se elimina China: prácticamente plana en un crecimiento del 50% para casi todos los estratos de la población.