Tras un 2019 excepcional, en el que los principales índices de renta variable de EEUU y Europa dejaron ganancias de doble dígito, el Barómetro de Expectativas de Rentabilidad (BER) de elEconomista apuntaba, a principios de este 2020, a un retorno de apenas un 6% en el conjunto del ejercicio para las bolsas de uno y otro lado del Atlántico. Con el 3,3% que se deprecia el euro respecto al dólar y el buen comportamiento de Wall Street, el inversor de la eurozona ya ha hecho el año esperado en territorio norteamericano, al alcanzar rentabilidades del 14% en el tecnológico Nasdaq 100 o del 8% en el S&P 500.
Las expectativas también se quedan cortas en el mercado de deuda. La caída del interés que se exige al bono a 10 años de EEUU, el T-Note, suma unas ganancias por precio del 3,2% en 2020, que con el efecto de la depreciación del euro se va al 6,5% -ver gráfico-. El consenso de expertos indicaba al inicio del ejercicio que se podía esperar un 2,36% del papel norteamericano.
Parece difícil que el inversor de la eurozona hubiera llegado a imaginar un arranque de 2020 tan positivo para sus posiciones en Wall Street, con una resistencia inusitada del mercado primero a las tensiones geopolíticas entre Irán y EEUU, después a la amenaza del coronavirus para la economía mundial y por último a la carrera electoral. Con el viento a favor que ha supuesto la fortaleza del dólar y los índices reeditando máximos, se podría dar por cerrado el año, pero los resultados empresariales y el tono expansivo que mantiene la Reserva Federal (Fed) sostienen las ambiciones de los alcistas.
Recientemente, "el presidente de la Fed de Filadelfia, Patrick Harker, pronunció un discurso sobre las perspectivas económicas y se hizo eco de los comentarios de Jerome Powell al decir que pensaba que las tasas de interés deberían mantenerse estables por un tiempo mientras se desarrollan los datos", inciden desde el equipo de analistas de Monex Europe.
Además, Tomás García-Purriños, portfolio manager de Morabanc AM, reconoce que, aunque "es difícil ignorar que el dólar, desde un punto de vista de paridad del poder adquisitivo, está relativamente sobrevalorado, no parece momento de deshacer coberturas, teniendo en cuenta la aceleración de su momento así como el ratio de sorpresas económicas de EEUU frente al de Europa, que vuelve a inclinarse a favor del país norteamericano". El índice referente al Viejo Continente entró en terreno negativo, lo que indica más datos presentados por debajo de estimaciones que por encima, desde principios de mes, algo que no ocurría desde mediados diciembre, justo antes de que la primera potencia mundial y China acercarán definitivamente posturas sobre un primer acuerdo comercial.
Debilidad de Alemania y la eurozona
"El euro ha retrocedido a niveles no vistos desde mayo de 2017 -llegó a hundirse hasta los 1,0834 dólares este jueves- sin un factor determinante claro", explican los expertos de Monex Europe, quienes observan que "la justificación más obvia redunda en el actual pesimismo en los datos macroeconómicos de la eurozona, con la producción industrial de diciembre cayendo por duodécimo mes consecutivo en comparativa anual, el peor resultado desde la crisis financiera de 2008", y el estancamiento del PIB de Alemania en el cuarto trimestre. En el conjunto del año, creció un 0,6%, lo que supone el menor incremento de la actividad económica del país desde 2013.
"En adición a los decepcionantes datos económicos de la eurozona, el deslizamiento de la divisa está plagado de un sentimiento pesimista general, donde también abundan los temores sobre el impacto económico del coronavirus, crecientes tensiones en las conversaciones post Brexit y recientes expectativas de una posible revisión de la política monetaria del BCE", continúan en Monex Europe. Sin embargo, las previsiones de los analistas del consenso que reúne Bloomberg son muy dispares: la mínima prácticamente ve la paridad entre euro y dólar al cierre de 2020, lo que implicaría una depreciación adicional de la moneda común del 6%; la estimación máxima apunta a que el cruce alcanzará los 1,21 dólares, lo que implica un potencial de casi el 12%. La media se queda en los 1,14, que deja el recorrido esperado en el 5%, lo que hace interesante pensar en cubrir el euro, al estar el coste en el 2,18%.
