
Dejamos atrás una semana en la que las principales bolsas de ambos lados del Atlántico han logrado marcar un nuevo máximo creciente, anual y en muchos casos histórico, dentro de la tendencia alcista que desarrollan a lo largo de los últimos meses, lo cual es de todo menos un signo de debilidad y está poniendo el broche a un año excepcional en bolsa.
Las subidas de esta semana no hacen más que reforzar la lectura alcista que habilitó la ruptura de resistencias clave de medio/largo plazo que vimos a comienzos de noviembre.
Aquel fue el movimiento que abrió la puerta a la reanudación de la tendencia alcista que nació a comienzos del año 2009 y que, paradójicamente, no fue una señal de compra porque para esto no hay que olvidar que lo preferible es esperar a que se formen correcciones en contra de la tendencia aplicando la máxima de buy on dips.
Por eso, en cuanto se forme una nueva corrección es cuando se podrá comprar porque somos optimistas de cara al 2020, donde muy probablemente el Dax 30 alemán alcance objetivos que manejamos en la zona de los 15.000 enteros. Y hasta allí todavía hay un margen de subida del 13 por ciento desde niveles actuales.
En el caso de la bolsa española lo más destacable de esta semana ha sido ver como el Ibex 35 ha logrado superar resistencias que permiten al índice no quedarse atrás en este movimiento alcista en las bolsas mundiales. La superación de los 9.525 puntos ha confirmado un patrón de giro al alza que permite establecer objetivos de cara al próximo año en los 10.800-11.200 siempre que no pierda el soporte de los 9.100.
