
Los mercados europeos abren la sesión corrigiendo, de nuevo marcados por la debilidad de la banca. El selectivo español no es distinto y retrocede un 1%, aunque ha rebotado desde el mínimo de 8.303,7 puntos y ha llegado a recuperar los 8.400 por momentos. Hoy, la atención la centrarán las reuniones del Banco Central Europeo y del Banco de Inglaterra.
"Apertura bajista en la renta variable europea que sigue con los vaivenes sin dirección clara que define a lo largo de las dos últimas semanas. Que haya señales contradictorias tanto alcistas como bajistas es algo muy usual en movimientos laterales y esto es algo a lo cual estamos asistiendo durante las últimas sesiones", explicaban los analistas de Bolságora en el Flash Intradía.
"Seguimos considerando que son momentos en los que lo mejor es esperar a que se resuelva el fuerte debate que está teniendo lugar por encima de soportes críticos al otro lado del Atlántico. La pérdida de los 800 puntos en el S&P 500 sería el detonante de un probable nuevo movimiento bajista que afectaría muy negativamente a Europa, que podría volver a probar la solidez de los mínimos de los útimos cuatro meses, que son la parte baja de un amplio lateral que tarde o temprano debería resolverse a la baja", añadían.
Ayer, el Dow Jones volvía a perder los 8.000 puntos con un descenso del 1,51%, el S&P 500 cedió el 0,75% y el Nasdaq, pese a mantenerse todo el día en positivo, acabó cediendo un ligero 0,08%. Tampoco se trata de pérdidas muy graves y los alcistas podrían contraatacar hoy mismo.
Pero el hecho de que el rebote haya durado tan poco antes de volver a los soportes y de que se haya quedado por debajo del repunte de finales de enero es una señal de alarma bajista muy importante. Máxime en vísperas de conocer mañana el paro de enero: un dato peor de lo esperado podría determinar la perforación definitiva de los mínimos y la consiguiente continuidad bajista.