
El mercado de divisas es uno de los más impredecibles de los que existen ya que se ve influido por infinidad de factores, tanto macroeconómicos como políticos y comerciales. Sin embargo, pese a que no se puede predecir dónde estará el cruce entre dos divisas, es un factor crucial ya que puede erosionar o incrementar sensiblemente la rentabilidad de una cartera si incluye activos denominados en otra divisa distinta a la del inversor.
En este sentido, "la situación de los tipos de interés es importante pero también las situaciones políticas de las dos monedas, el desempeño esperado de las economías y la inflación y, de hecho, los ciclos detrás de las divisas, por lo que no es fácil predecir los movimientos futuros", explica Trevor Charsley, asesor de mercado de Afex.
Por ello, aunque al minorista no le suele compensar hacerlo, hay muchos inversores que realizan coberturas para limitar el riesgo de los movimientos de las divisas. El caso más común para el inversor europeo es tener valores americanos referenciados en dólares, lo cual, por ejemplo, este año, les ha permitido sumar cerca de un 4,3% de rentabilidad adicional a esas estrategias puesto que es lo que se ha apreciado la divisa yankee. Sin embargo, estas alegrías se podrían tornar en penas si el cruce se da la vuelta. José Morales, socio de EY y profesor del IEB, advierte que para hacer una buena cobertura del cruce euro/dólar primero hay que preguntarse "si la pérdida máxima por el impacto del tipo de cambio es tolerable y si compensa".
El precio a pagar por esta operativa superaba el 3% a comienzos de año
Esta operativa, que se puede realizar de muchas maneras, tiene un coste para el inversor que varía según la demanda de dólares y euros que haya en el mercado en cada momento. Actualmente, el precio a pagar, según la media de los datos de los brókeres que recoge Bloomberg, ha descendido del más del 3% que se pagaba a comienzos de año (cuando el cruce se encontraba en 1,15 dólares por euro) hasta el 2,58% que se requiere ahora, en el entorno de mínimos no vistos desde febrero del año pasado, curiosamente cuando el par se situaba en torno a los 1,25 dólares y que supone el máximo alcanzado en los últimos cinco años, cuando todos, acertadamente, esperaban un rebote del billete verde.
"Muestra el nivel de pesimismo que existe en relación a las expectativas que tiene el mercado con respecto a que el euro suba", apunta Olivia Álvarez, analista de Monex Europe. "El BCE insertó instrumentos sin un horizonte temporal definido, lo que transmite la señal de que se mantendrán los tipos muy bajos y el euro también", añade.
Las previsiones de Bloomberg apuntan a que el cruce cerrará el ejercicio en los 1,11 dólares
Más contratos de ventas
Las previsiones recogidas por Bloomberg tampoco dan muchas más pistas y apuntan a que el euro/dólar cerrará el ejercicio en los 1,11 y que seguirá ligeramente al alza en los siguientes trimestres. Sin embargo, las posiciones especulativas (no comerciales) netas sobre el euro marcan su menor nivel desde junio, con más contratos de venta que de compra, lo cual indica previsiones bajistas para la divisa comunitaria.
Riesgo de caída hasta los 1,04 por técnico
Desde el punto de vista técnico, "aunque el euro está tratando de formar un nuevo rebote, este de momento no es sostenible mientras no supere la directriz bajista que discurre por los 1,11 dólares", explica Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader. "Mientras esto no suceda, no se alejará el riesgo de ver mayores descensos en próximas semanas hasta los 1,08 dólares y, posiblemente, hacia los 1,035 dólares, algo que ganaría muchos enteros si la cotización pierde los mencionados 1,08 dólares", concluye el experto.