
La implantación de cualquier criptodivisa como método de pago extendido y fiable podría amenazar el poder de la banca central. Aunque las divisas digitales que se han creado hasta hoy han sido muchas, ninguna ha amenazado el monopolio de la banca central en la creación de dinero y, por lo tanto, en la transmisión de la política monetaria. Sin embargo, la irrupción de la Libra de Facebook podría tener un final bien diferente. Las poderosas empresas que respaldan a esta divisa digital, la presumible aceptación entre el público y la estabilidad de la que gozará desde el principio podrían convertir a la libra en un rival más duro la inflación para algunos bancos centrales. Si Libra triunfa, eludir los tipos negativos de la banca será prácticamente gratis.
Aunque el lanzamiento de Libra está paralizado hasta que se solventen las dudas regulatorias, el debut de esta divisa podría facilitar a millones de depositantes el traslado de sus fondos desde una cuenta bancaria normal hacia una cartera digital, en principio, sin coste alguno.
Esta tendencia ganaría fuerza si la banca tradicional termina traspasando los tipos negativos que les está cobrando por su liquidez (ahora mismo un -0,4%) a los clientes. Varios estudios muestran que familias y empresas no reaccionarían de forma inmediata por el coste que tiene mantener el dinero en efectivo (el coste de la seguridad y de buscar un sitio donde almacenarlo), pero si todo fuese tan fácil como pulsar un botón para que los euros se conviertan en Libras de Facebook, quizá los bancos centrales y las entidades comerciales no podrían ni cobrar un céntimo a sus depositantes.
Para ello el proyecto de la Libra debe avanzar y consolidarse, algo que por ahora ni siquiera ha conseguido el bitcoin, la criptodivisa más famosa y que mueve más dinero dentro de esta clase de activos. La seguridad es uno de los factores más relevantes. Lograr un sistema que impida los hackeos y robos, algo que no han logrado del todo las critptodivisas o las plataformas donde se 'almacenan'.
Para que el Libra plante cara al dinero oficial tiene que ser aceptado como medio de pago o medición del valor por los agentes económicos para sus intercambios y además cumplir con la función de ser unidad de cuenta y depósito de valor. El dinero oficial es a día de hoy en los países desarrollados unidad de cuenta, lo que permite fijar los precios de los bienes y servicios. Y, por último, tiene que ser depósito de valor, lo que quiere decir que conserva su valor en el tiempo, algo que tampoco ha conseguido el bitcoin, cuya volatilidad impide que el cumplimiento de esta función.
Deutsche Bank: "Aunque Libra no dé intereses podría ser más atractiva que el euro si el BCE quisiera seguir profundizando en los tipos negativos"
Heike Mai, economista de Deutsche Bank, explica en un análisis que "contando con el apoyo de Facebook y otras empresas financieras y tecnológicas con millones de clientes, Libra podrá ofrecer una red que cuente con grandes ventajas desde el principios". Libra va a partir con mucha ventaja respecto a las divisas digitales convencionales, que han partido casi de cero en su nacimiento.
El tipo de cambio de Libra será el resultado de los movimientos de una cesta de divisas importantes, lo que reducirá, probablemente, su volatilidad desde el primer momento, logrando ser un depósito de valor. "La Asociación Libra tiene como objetivo construir una infraestructura que permita a la gente de todo el mundo convertir de forma fácil y barata sus ahorros en Libras".
Una forma rápida y barata de cambiar una divisa por otro activo digital estable y que podría funcionar como el dinero
La economista de Deutsche Bank avisa a bancos centrales como el BCE: "Si tiene éxito, Libra proporcionará a los consumidores la opción de cambiar fácilmente sus divisas nacionales depositadas en bancos en una divisa digital estable a un coste muy bajo. Las políticas monetarias expansivas sin precedentes están castigando la formas tradicionales de ahorro en euros de forma clara... Libra podría dar a los consumidores la opción de cambiar su dinero a otra divisa (Libra) lejos de los intermediarios financieros tradicionales. En un caso extremo, esto podría acabar con una parte muy importante de la financiación de los bancos y firmas de seguro", señala la experta del banco alemán.
Los bancos centrales están intentando estimular la inversión, el consumo y la inversión con los tipos de interés negativos. Si los bancos tienen que pagar por el dinero que tienen aparcado en el BCE y los depositantes no reciben nada por sus ahorros, la propensión a invertir y consumir debería incrementarse y presionar al alza los precios. Las otras opciones son mantener el dinero ocioso sin ningún tipo de rendimiento (tanto para la banco como para los depositantes) o convertirlo en efectivo con el coste económico y de seguridad que conlleva. Si existiera la posibilidad de convertirlo en un activo digital que funcionase como el dinero, fuera estable y el coste de hacerlo bajo, los agentes podría esquivar los tipos negativos y las políticas del banco central perdería parte de su influencia. Pues ese activo puede ser Libra.
James Hamilton, profesor de economía en la Universidad de California, asegura en una nota que "Libra podría reducir la capacidad de los gobiernos de imponer los tipos negativos, porque Libra empezaría a ser un activo más atractivo que el euro".
Heiki Mai completa esta argumentación: "Una razón para tener Libras en lugar de euros sería la rentabilidad. Aunque Libra no dé intereses podría ser más atractiva si el BCE quisiera seguir profundizando en los tipos negativos, forzando a los bancos a transmitir este coste a sus clientes... así, esta divisa digital podría ofrecer mayor estabilidad y actuar como un mejor depósito de valor".
La Libra puede ser una alternativa para los depositantes que no estén dispuestos a pagar por los tipos negativos, pero por otro lado haría menos influyentes (y efectivas) las decisiones de los bancos centrales.