
Cuando la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) acordó recortar la producción de crudo a finales del año pasado probablemente no esperaba cumplir con sus compromisos de una forma tan contundente ni contar con tanta ayuda de los países que quedaron exentos del acuerdo (Irán, Libia y Venezuela). En la primera mitad del año las interrupciones no planificación de la producción de crudo han alcanzado máximos desde 2015, superando los recortes voluntarios del cártel.
Según publica la Agencia de la Energía de EEUU (EIA por sus siglas en inglés), este tipo de interrupciones ha reducido la producción en 2,5 millones de barriles por día (mbd) de media en los primeros seis meses de este año. Irán, con un 60% de esos 2,5 mbd, ha liderado estas interrupciones inesperadas.
La propia EIA define este tipo de 'recortes' incluyen, entre otras cosas, sanciones (como las de EEUU a Irán), conflictos armados, disputas políticas, acciones laborales como huelgas, desastres naturales y tareas de mantenimiento no planificadas. Las interrupciones no planificadas pueden durar poco o varios años, mientras que no se pierda la capacidad de producción de forma permanente seguirán siendo interrupciones. Por ejemplo, la EIA establece que los problemas en Venezuela son más una reducción de su capacidad de producción que una interrupción no planificada, ya que la falta de mantenimiento e inversión está reduciendo la producción de crudo en el país caribeño de una forma estructural.
Por otro lado están los recortes voluntarios, como los aprobados por la OPEP a finales de 2018 y extendidos en junio de este año hasta marzo de 2020. En ese acuerdo, el cártel se comprometió a producir 0,8 mbd menos al día, excluyendo del pacto a Libia, Irán y Venezuela). Por otro lado, el resto de países aliados de la OPEP (entre los que destaca Rusia) se comprometieron a reducir su producción en 0,4 mbd.
En el conjunto de la OPEP (países firmantes y exentos) el recorte ha sido de más de 3 mbd, superando con creces las expectativas del acuerdo. Sin embargo, unos 2,5 mbd pertenecen a esas interrupciones que nadie esperaba y que en su mayor parte provienen de las sanciones de EEUU a Irán, que están impidiendo al país de los ayatolá exportar su petróleo y, por ende, producir a su nivel potencial.
Aún así, no sólo Irán está sufriendo este tipo de interrupciones. Una parte del desplome del bombeo en Venezuela también se contabiliza en este apartado, sobre todo la caída relacionada con los apagones que ha sufrido el país en los últimos meses. La EIA también destaca los descensos en Arabia Saudí y Kuwait en la Zona Neutral entre ambos países. La producción se paralizó en dicha zona en 2014 por una disputa política entre los dos países. EIA atribuye la mitad de la capacidad de producción estimada (de unos 500.000 mbd) de la PNZ a cada país.
De este modo se puede decir que han sido más contundentes los recortes inesperados y por motivos involuntarios que los propios recortes implementados de forma discrecional por la OPEP para reanimar los precios del petróleo.
No obstante, a pesar de estas caídas de la producción, los precios del petróleo Brent, de referencia en Europa, se mueven en los 63 dólares por barril, todavía lejos de los 84 dólares que tocó en octubre de 2018. El fuerte crecimiento de la producción en EEUU y el miedo a una desaceleración de la demanda de crudo están lastrando la reacción de los precios a estos recortes por parte del cártel.