
Los accionistas afines a Moncloa se rinden y empiezan a desinvertir en Prisa. El empresario Daniel Romero-Abreu, que vertebraba la mayor parte de su participación a través de la sociedad Global Alconaba junto con otros empresarios, ha vendido a título individual más de 3,5 millones de acciones del grupo presidido por Joseph Oughourlian.
Global Alconaba, una firma encabezada por Andrés Varela, uno de los fundadores de Globomedia, y que tenía hasta ahora el 7,6% del capital de Prisa, es uno miembros del grupo de accionistas críticos frente al actual presidente. Liderados por el anterior director de Contenidos y hombre de confianza de Moncloa, José Miguel Contreras, en este grupo están también Adolfo Utor, dueño de Balearia, que tenía otro 5,4%, y Diego Prieto, fundador y presidente del Grupo SSG, compañía dedicada al transporte sanitario, con otro 3,1%. Todos ellos han quedado diluidos, sin embargo, tras la decisión de Oughourlian de llevar a cabo una ampliación de capital acelerada por 40 millones de euros, lo que le ha permitido dar entrada a nuevos socios.
Apenas un día después de materializar la ampliación de capital, el presidente de la editora de El País y la Cadena Ser solicitó sin embargo la conversión del algo más del 5% de las obligaciones subordinadas emitidas en febrero de 2023 en acciones ordinarias, con lo que ha vuelto a recuperar su participación en el accionariado hasta el entorno del 30%.
De forma paralela, además, Oughourlian, tal y como adelantó este periódico, pretende reducir el consejo de administración del grupo hasta alcanzar los 11 miembros con el objetivo de que los accionistas españoles, donde se encuentra enmarcado Global Alconaba, no tengan margen de maniobra. Este grupo de hecho puede perder a su representante si su participación baja del 7% tras la dilución provocada por la ampliación de capital que ejecutó el presidente. La recién salida de Romero-Abreu podría ser solo un primer paso, según las fuentes consultadas, porque otros accionistas se estarían planteando también deshacer posiciones.
Junta
El presidente de Prisa cuenta tras las últimas operaciones llevadas a cabo por el apoyo de alrededor del 46% del capital, por lo que, en principio, no necesitaría ni siquiera el apoyo de Vivendi, que de forma previa a la ampliación tenía un 11%, para garantizar su continuidad al frente de la compañía.
Oughourlian tiene que convocar ahora la junta de accionistas extraordinaria en la que se decidirá sobre su futuro y el único obstáculo posible para que siga adelante, sería que alguien lanzara una opa sobre Prisa. Aunque en el mercado hace tiempo que se especula con el Gobierno pudiera utilizar para ello a Telefónica, parece muy complicado. Sobre todo porque, además del importe de la operación, la operadora estaría obligada a asumir la deuda de 800 millones de euros de Prisa, que se acaba de refinanciar condicionada precisamente a la continuidad de Oughourlian.