
La relación entre el presidente del Gobierno y el presidente de Prisa no es buena, como se vio en la operación de compra de Hispasat por parte de Indra, donde Joseph Oughourlian, que posee el 7,23%, votó en contra. Ahora, el fundador de Amber Capital, máximo accionista de Prisa, de nuevo se ha atravesado en el camino frente a la operación promovida por Moncloa para que la empresa editora de la SER y El País lance una nueva cadena de televisión.
El empresario y financiero francés, de origen armenio se oponía al proyecto, lo que le ha convertido en el enemigo a batir por el asesor gubernamental José Miguel Contreras, directivo de Prisa. El ruido que va a generar la puesta en marcha de la cadena que están a punto de lanzar Prisa y sus socios progubernamentales, que algunos bautizan (medio en serio, medio en broma) como 'La Séptima', se quedará en un juego de niños frente a la ambiciosa macrooperación diseñada desde Moncloa para remover de su silla presidencial a Oughourlian en favor del director de Contenidos de Prisa y principal ideólogo de la estrategia mediática del sanchismo, José Miguel Contreras.
Fuentes cercanas a la operación explican a este periódico que el deseo del presidente del Gobierno pasa porque un grupo de empresarios afines le compren a Oughourlian el 29,84% que tiene en Prisa para rematar el control de la compañía por parte del PSOE.
Enfado del Gobierno
Oughourlian, que ha visibilizado su enfado con el Gobierno al votar contra la compra de Hispasat por parte de Indra, podría recibir a cambio de su inversión en Prisa alrededor de 100 millones de euros en vez de los 300 millones que desembolsó. Desde los aledaños de La Moncloa aducen que estas pérdidas están en consonancia con la desvalorización de Prisa bajo su presidencia, que arrancó el 23 de febrero de 2021 con la acción en 1,05 y en las últimas jornadas ronda los 32 céntimos. El empresario de origen armenio compensaría parte de este ruinoso negocio en España gracias a su paquete de acciones de Indra, que se ha revalorizado en más de un 50% en poco más de 2 años y medio (lo cual equivaldría a una plusvalía de más de 65 millones de euros).
A la compra del paquete accionarial de Amber Capital en Prisa se llevaría a cabo de algunos empresarios afines entre los que se podría situar a inversores del editor de la Cadena SER y El País como la firma Global Alconaba que lidera Andrés Varela Entrecanales (cuarto accionista del grupo con un 7% de las acciones), el presidente de Baleària Adolfo Utor (dueño del 5,4% del grupo) o el "ambulanciero" Diego Prieto (dueño del 3%). A esta compra se le podrían sumar la de los paquetes accionariales a la familia Polanco (que a través de Rucandio poseen el 7,6%), al Banco Santander (que tiene el 4,1% y apuntala la inversión de la familia del fundador), Control Empresarial de Capitales del magnate mexicano Carlos Slim (que posee el 7% de la empresa y es íntimo amigo del antisanchista Felipe González), el consejero azteca Roberto Alcántara (que posee el 5% del capital), el inversor qatarí Khalid bin Thani Abdullah Al-Thani (dueño del 3,35%) o incluso Vivendi. El conglomerado francés intentó en 2022 pasar del 11,8% que posee en la actualidad al 29,9% para repartirse el control de Prisa con su socio en el país galo, Oughourlian, pero La Moncloa bloqueó la operación porque creyó posiblemente con buen criterio que un eventual triunfo del PP en las elecciones generales de 2023 iba a dejar a la la SER y El País en la intemperie (ya que se hubiese encontrado en manos de un fondo buitre y de un grupo galo considerado como cercano al 'lepenismo').
Aquel freno agrietó la relación entre Sánchez y Oughourlian, que durante años fue muy bien considerado en Ferraz por su capacidad para horadar durante años a Juan Luis Cebrián y de promover el regreso de la Cadena SER y El País a su línea editorial cercana al centro-izquierda (después de unos años en los que la endeudada Prisa había suavizado sus posturas contra el PP con el Banco Santander en la sala de máquinas).
Vivendi tiene la clave
Vivendi puede volver a ser clave porque el sanchismo desea o que rompan su sintonía con Oughourlian, dejando de apoyarle en el consejo, o que vendan el 11,80% que tienen en Prisa. La agencia publicitaria Havas, perteneciente a Vivendi, acaba de renovar su contrato con la Telefónica de Marc Murtra, ahora en la presidencia de la teleco y le gestiona una cartera de más de 20 millones de euros (algunas fuentes la sitúan por encima de los 25 millones).
Para sacar adelante todas estas operaciones, los socios progubernamentales que quieren hacerse con el control de el País y La Ser junto a José Miguel Contreras cuentan con un banco cuyo nombre hasta el momento no ha trascendido. Como paso previo a que Prisa intente encauzar su situación societaria y financiera, y ya hemos apuntado, el próximo consejo de la compañía podría resolver la segregación (y posterior venta) de su negocio mediático americano. Prisa cuenta con una relevante presencia en Colombia (posee Caracol Radio y La W y controla el tercer operador televisivo del país, Canal 1), México, Chile o Panamá, amén de contar con intereses gracias a la hermana latinoamericana de Los 40 Principales en Argentina, República Dominicana, Nicaragua, Ecuador o Paraguay. El grupo arrastra una deuda superior a 800 millones de euros que empaña sus mejoras operativas y le arrastra a pérdidas. Contreras vuelve a intentar montar una televisión pese a la ruinosa gestión que protagonizó en La Sexta, aunque él no saliera mal parado tras la venta a Atresmedia. Pare este nuevo proyecto contará con Fran Llorente, actualmente ya en Prisa.
Llorente fue jefe de los premiados Telediarios bajo los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero. Uno de los fichajes estrella de la nueva cadena podría ser Silvia Intxaurrondo, considerada en medios conservadores azote mediático de Feijóo, si bien su altísimo sueldo en RTVE, donde triunfa en La Hora de la Uno, puede hacer de esta aspiración un sueño inalcanzable. Quizá permanezca atada a RTVE gracias a su elevado caché, inasumible para canales pequeños. La compañía podría alquilar una señal a operadores como Squirrel Media o Secuoya o intentar hacerse ganador del concurso que La Moncloa cocina para repartir una señal de TDT a un grupo mediático afín. Prisa o la nueva compañía editora de El Páis y La Ser podría contar con entre el 25% y el 30% de la nueva televisión, y los socios habituales de la operación, con el resto.
Los costes fijos se estiman se acuerdo con las fuentes consultadas entre los 20 y 30 millones de euros anuales. El alquiler, si no les dan la licencia que se supone va para ellos, puede situarse en unos 2 millones de euros anuales, el coste de la señal se sitúa en unos 5 millones y los contenidos oscilarían entre los 10 y 20 millones, de acuerdo con las cifras que se barajan. Fuentes televisivas explican que su share podría rondar entre el 1,5% y, en caso de sorpresa positiva, el 3%. Es decir, que si consiguen objetivos como mucho lograrían 'empatar' con ingresos publicitarios que rondarían los 25 millones en el mejor de los casos. Cierto es que los 'sufridos inversores' podrían ver compensadas las más que previsibles pérdidas con otro tipo de operaciones favorecidas desde Moncloa.