
Prisa va a celebrar mañana martes una comisión delegada que puede ser crucial para su futuro según ha podido saber elEconomista.es. Encima de la mesa, entre otros temas, estaría buscar soluciones a su elevado endeudamiento. Según consta en los resultados correspondientes a los nueve primeros meses del año, el grupo de comunicación acumula una deuda de 915 millones de euros frente a los 825 millones que registraba a cierre de 2021.
La dueña de El País explica que entre enero y septiembre se han visto especialmente afectados por los impactos extraordinarios como la compra del 20% que tenía Godó en Prisa Radio por 45 millones de euros en el mes de mayo o el pago de los gastos de la refinanciación y la contratación de una cobertura de tipos de interés.
Las fuentes consultadas reconocen que el problema financiero de Prisa no es inminente pero que puede agravarse si continúan las subidas de los tipos de interés. De hecho, a finales de octubre reconoció a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que a través de un comunicado que "está analizando distintas alternativas estratégicas con la finalidad de reducir la deuda financiera y los costes financieros asociados con la misma, sin que hasta la fecha se haya adoptado ninguna decisión".
Según fuentes del sector, estas alternativas pasarían por realizar una ampliación de capital, dar entrada a un nuevo inversor o llevar a cabo desinversiones. Estas mismas fuentes apuntan a que las dos primeras son las más probables aunque ninguna convence a todas las partes. Una ampliación de capital supondría diluir, aún más, la inversión de los principales inversores. En el caso de Amber Capital, superó por primera el 29% del capital en abril de 2019, entonces tenía cerca de 164 millones de acciones que a precio de mercado suponían 253,3 millones. En la actualidad, su peso en el capital es prácticamente el mismo pero vale mucho menos. Posee más de 211 millones de acciones que, según la cotización actual, valen poco más de 74 millones, un 70% menos que hace tres años años.
En el caso de la entrada de un nuevo inversor sería el Gobierno el que más inconvenientes está poniendo. Un socio externo limitaría el poder que el Ejecutivo tiene en el grupo de comunicación algo que quieren evitar, sobre todo, ante la llegada de varias elecciones en 2023. Hay que tener en cuenta que Miguel Barroso, secretario de Estado de Comunicación durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, es vocal en el Consejo de Administración.
No sería la primera vez que Moncloa frena movimientos de este tipo. En octubre de 2021 Vivendi solicitó al Consejo de Ministros autorización para hacerse con el 29,93% del capital y convertirse así en el principal accionista. Sin embargo, en abril retiró la oferta. El grupo francés no había perdido interés pero la no respuesta del Gobierno agotó el plazo y caducó la oferta.
Este mismo movimiento se ha vuelto a repetir ahora. Los rumores del sector apuntan a que los Berlusconi estaban dispuestos a entrar en el capital de Prisa y desahogar su endeudamiento pero con una condición muy clara: hacerse con el control de la Cadena SER. Sin embargo, este no ha convencido al Gobierno, que considera la emisora crucial de cara a los próximos meses.