
Dazn ha comprado los derechos audiovisuales de la Primera División de Fútbol Femenino español e internacional durante las próximas cinco temporadas (2022/23 – 2026/27). No es la primera vez que la plataforma de streaming apuesta por el fútbol femenino. El verano pasado adquirió los derechos de la Champions para las próximas cuatro temporadas, hasta 2025.
"No podríamos estar más orgullosos de seguir trabajando en nuestro compromiso por aumentar la visibilidad del fútbol femenino convirtiéndonos en el nuevo broadcaster global de la LPFF. Queremos que las jugadoras, entrenadores y clubes se conviertan en nombres reconocibles y en una inspiración para la próxima generación de futbolistas y aficionados de todo el mundo", ha celebrado Shay Segev, CEO de DAZN Group.
En España, DAZN ofrecerá en directo todos los partidos del campeonato, con siete de los ocho partidos por jornada en exclusiva. En total, la plataforma emitirá 240 partidos por temporada durante los próximos cinco cursos.
Desde la compañía explican que este acuerdo "impulsa el crecimiento global de la LPFF y refuerza el compromiso de DAZN por hacer crecer el fútbol femenino en todo el mundo". Los aficionados a nivel global podrán vivir los mejores duelos de la Primera División Femenina en directo, además de disfrutar de resúmenes y análisis de cada encuentro, entrevistas pre y post partido y mucho más.
A falta de una bola de cristal que prediga la audiencia de estos partidos, la realidad es que los antecedentes son positivos. La final de la UWCL entre el FC Barcelona y el Olympique de Lyon tuvo una audiencia en directo de 3,6 millones de personas en todo el mundo, incluyendo las emisiones en DAZN. Esto representó un aumento de la audiencia del 56% en comparación con el final de la temporada 2020/21, siendo España el país que más contribuyó, con un total de 1,6 millones de visualizaciones.
Pese a que el fútbol femenino es su gran apuesta, el catálogo de Dazn incluye otras competiciones. El enfrentamiento entre Katie Taylor y Amanda Serrano de este año fue el primer combate estelar femenino celebrado en el Madison Square Garden y se convirtió en el duelo entre dos boxeadoras más visto de la historia con 1,5 millones de espectadores en todo el mundo.