
El viernes pasado se consumó lo que muchos inversores llevan años esperando: el barril de petróleo Brent recuperó la cota de los 60 dólares por primera vez desde 2015, animado por las perspectivas de una mayor demanda, y de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo -OPEP- está cumpliendo estrictamente su acuerdo de recorte de producción, un pacto que, además, parece que se ampliará más allá de marzo de 2018, el mes en el que ahora está establecida su caducidad.
Mientras el crudo repuntaba con fuerza -sube más del 35% desde los mínimos que se vieron el pasado mes de junio-, las previsiones de beneficio de las grandes petroleras se han movido de la mano: desde la estimación más baja que se ha visto en el año, hasta la actual, el incremento ha sido de casi el 6% para los años 2017 y 2018. En concreto, las 10 firmas más grandes del sector y Repsol ganarán 119.304 millones de euros durante estos dos ejercicios, según las previsiones de los expertos que recoge FactSet, frente a los 112.913 millones que se estimaban hace unos meses, cuando la previsión tocó suelo para estos valores.
Tomando los datos del bienio en divisa local, los valores para los que más se han incrementado las estimaciones de ganancias son la estadounidense ConocoPhillips, la canadiense Suncor y la noruega Statoil, con aumentos del 38%, 26% y 15%, respectivamente, por parte de los analistas.
Si bien las estimaciones de ganancias están creciendo desde mínimos, el mercado parece no haber terminado de reaccionar, teniendo en cuenta que, de forma general, está siendo un mal año en bolsa para estas firmas. Sólo Repsol, Total, Statoil y Royal Dutch Shell evitan las caídas en 2017 dentro de este grupo de valores, y sus avances ni siquiera alcanzan el 1%, a excepción de la petrolera española, que repunta más del 25% desde que se inició el ejercicio actual.
El porqué de la subida
Los avances que está viviendo el precio del oro negro en el mundo -el barril West Texas, de referencia en EEUU, sube un 27% desde los mínimos del año, cotizando ahora en 54,1 dólares, rozando máximos de 2015-, se explica por el recorte que ha sufrido la oferta del recurso energético, principalmente por el acuerdo que ha implementado la OPEP durante el último año, mientras la demanda sigue creciendo.
El último impulso alcista que ha experimentado el crudo ha llegado durante el mes de octubre por la especulación de que el cártel va a prolongar los recortes. Declaraciones de Vladimir Putin que apuntaban en esa dirección, junto con las que hizo la semana pasda Mohammed bin Salman, principe saudí, también abierto a continuar con esta política en el futuro, han podido animar a los inversores.
Además, no se debe descartar el impacto que ha tenido el último deterioro de la oferta que llega desde el kurdistán iraquí: primero fueron los choques militares en la región entre las fuerzas kurdas y las del ejército de Iraq las que frenaron las exportaciones hacia Turquía -cerca de 700.000 barriles diarios-, y más recientemente, según apuntan desde Bloomberg, se ha producido un deterioro en los envíos por malas condiciones climatológicas.