
La empresa británica LGO Energy ha solicitado hoy una nueva concesión (lea aquí el comunicado) de 30 años para reanudar las operaciones en el yacimiento de La Lora, en el municipio de Ayoluengo, provincia de Burgos. La firma británica no se da por vencida a pesar de que el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital denegó la concesión hace escasos días a la Compañía Petrolífera de Sedano, filial de LGO en España.
El pasado 27 de enero, el Consejo de Ministros aprobó un Real Decreto por el que se denegaba la prórroga de la concesión de este yacimiento de hidrocarburos al haber transcurrido el límite temporal previsto para responder a la empresa Leni Gas & Oil, que explotaba el mencionado yacimiento.
Como consecuencia de esta decisión, la concesionaria Compañía Petrolífera Sedano tenía la obligación de desmantelar las instalaciones, manteniéndolas en condiciones seguras hasta que tal desmantelamiento sea definitivo. Este tipo de operaciones suelen tener unos costes elevados, por lo que en determinadas ocasiones resulta más rentable mantener la actividad en algunos campos petrolíferos por poca actividad que tengan, que iniciar las operaciones de desmantelamiento.
Neil Ritson, presidente ejecutivo de LGO, ha explicado que su empresa "posee todos los datos relevantes, la experiencia, los estudios técnicos y el equipo necesario para restablecer y desarrollar rápidamente las operaciones de producción en Ayoluengo", según destaca LGO en su página web.
Ritson ha concluido sus declaraciones señalando que "esperan una rápida respuesta sobre la nueva concesión para que los empleados españoles de la zona puedan volver a sus puestos remunerados lo antes posible". Además, la Junta de Castilla y León también ha solicitado al Gobierno que agilice "al máximo" la nueva concesión del yacimiento de petróleo de La Lora.
El proyecto 'fallido'
El proyecto que había presentado LGO y que no ha sido aprobado por el Gobierno de España pretendía multiplicar por más de diez la producción y llegar a extraer 1.500 barriles diarios frente a los 115 actuales, siempre según fuentes de la empresa.
Según la empresas, este proyecto podría reflotar la explotación del yacimiento de petróleo más antiguo de España, que se planteó como una gran fuente de riqueza y empleo poco después del inicio de su actividad, en 1964, cuando salían de esa comarca más de 5.000 barriles diarios, pero se fue desinflando hasta llegar a los 115 de un petróleo que, además, es de baja calidad.
La empresa, que lleva varios años explotando el yacimiento, ha solicitado una ampliación de la concesión durante diez años y pretende realizar una inversión de cinco millones de euros para cambiar el sistema de extracción, ha explicó el delegado de zona, Reinaldo Ramírez.
Su objetivo era cambiar la técnica de extracción tradicional que utilizan por la "técnica de reentrada", que quieren aplicar en los 39 pozos abandonados y los 10 que siguen activos y que permitirá, según sus estimaciones, multiplicar la producción por diez.
Según Ramírez, los estudios técnicos estiman que el yacimiento tiene unos 103 millones de barriles, de los que en los 51 años de vida de la explotación solo se ha extraído el 17%, poco más de 17 millones de barriles.