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Versiones contradictorias de los trabajadores de Blanquerna sobre el asalto

Madrid, 20 ene (EFE).- Los trabajadores del centro cultural Blanquerna de Madrid que han declarado hoy en el juicio por el asalto ocurrido durante la Diada de 2013, se han contradicho respecto a si se necesitaba o no entrada para acceder al acto y si los asaltantes rompieron la puerta de acceso al entrar.

En la tercera sesión del juicio celebrado ante la Sección 30 de la Audiencia Provincial de Madrid ocho trabajadores de Blanquerna han prestado declaración en calidad de testigos sobre los hechos que presenciaron el 11 de septiembre de 2013 en la librería.

La Audiencia juzga a quince acusados del asalto, que se enfrentan a peticiones de cárcel por parte de la Fiscalía por su irrupción en el centro y las agresiones a quienes participaban del acto de la Diada.

Una de las principales contradicciones de los testigos ha sido la relacionada con la entrada de los acusados al centro cultural.

Mientras algunos, como un exbecario del centro, Xavier C., han asegurado que a la entrada los asaltantes no forzaron la puerta, otros, como el vigilante de seguridad, César H., han afirmado lo contrario.

"Vi cómo un grupo entraba forzando la puerta, estaba delante", ha aseverado el vigilante.

Lo mismo ha ocurrido cuando los testigos han sido preguntados sobre si se precisaba o no invitación para acudir al acto institucional por el día de la Diada.

Varios de los testigos han afirmado que sí se necesitaba acreditación para entrar al acto, pero otros como Juan Oriol, socio del centro, ha manifestado no recordar si era necesaria y ha reconocido que en muchos otros actos organizados en Blanquerna no se precisaba.

En lo que sí ha coincidido la totalidad de los testigos ha sido en que sintieron miedo y que notaron picor en los ojos y dificultades al respirar por el supuesto gas pimienta, aunque ninguno de ellos ha declarado haber visto cómo lo echaban.

Por su parte, el encargado de la organización del evento, Juan Felipe Vicario, ha sugerido que "había una persona dentro de la sala que les avisó de que el acto comenzaba".

Además, ha añadido que los responsables del asalto "sabían lo que hacían, por qué lo hacían y cómo lo hacían".

Después del incidente, el evento finalmente se celebró en unos jardines contiguos al centro. Algo que según Vicario fue un "acto de reivindicación".

"Manifestamos nuestra voluntad de que nadie iba a quitarnos nuestra libertad", ha añadido.

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