"La dificultad más importante será el cambio de mentalidad. No ha sido casual que una reforma con cambios normativos de este alcance haya tardado tanto tiempo. Debemos hacer mucha pedagogía y trabajar por la aplicación correcta de la norma en el sistema: ahora, la persona con discapacidad es dueña de sus propias decisiones", señala el notario Federico Cabello de Alba, director de Asuntos Sociales de la Fundación Aequitas.
La función notarial se verá modificada en el día a día con la entrada en vigor de esta la reforma civil y procesal para el apoyo a las personas con discapacidad. "Nosotros asistimos a todas las personas que acuden a la notaría para ayudarles a comprender el alcance de formar un determinado negocio jurídico. Esta situación debemos extenderla a las personas con discapacidad, adecuando nuestra actuación a sus necesidades. Nos adaptaremos para que estas personas se encuentren en una situación igual que los demás a la hora de ejercer sus derechos, en ningún caso sustituyendolos", añade.
"La principal novedad de la nueva legislación es que se da preferencia a la vía notarial, gracias a nuestro contacto directo con las personas con discapacidad. El régimen de apoyos que puede ofrecer el notario es tan extenso que resiste cualquier sistematización. La persona acudirá a nosotros para establecer un sistema de apoyos que delimitará con libertad", concluye el notario Federico Caballero sobre este asunto.
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