
Los analistas internacionales de la organización Tax Foundation rechazan el argumento de que en España se pagan pocos impuestos. A su juicio, la presión fiscal de la economía española es de las más elevadas de su entorno, si se tienen en cuenta factores como la economía sumergida o los niveles de renta. Según su último informe, las empresas españolas pagan más impuestos que la media europea y la cuña fiscal de los trabajadores está en el 39,5%, 4,5 puntos por encima de la media de la OCDE.
Los expertos de Tax Foundation y del Instituto de Estudio Económicos (IEE) presentaron el lunes los resultados del Índice de Competitividad Fiscal (ICF). España se sitúa en el año 2020 en la posición 27 del total de los 36 países analizados, cuatro puestos más abajo que la posición 23 que ocupaba en 2019, lo que muestra una pérdida notable de competitividad fiscal en nuestro país, que ya se encontraba en posiciones rezagadas en el entorno internacional. Según sus previsiones, de llevarse a cabo las medidas anunciadas por el Gobierno, junto con las ya concretadas, esa posición descenderá todavía más.
A partir del ICF, el Instituto de Estudios Económicos ha desarrollado un indicador denominado Indicador de presión fiscal normativa, entendida esta como la carga de gravamen que el diseño del sistema fiscal introduce en las economías, al margen de la recaudación que obtenga, y en 2020 dicho indicador para España se sitúa en 110,5 puntos, es decir, un 10,5% más elevada que la media de la UE, y también mayor que los 108,1 puntos del año 2019, donde soportaba una presión fiscal normativa un 8,1% superior a la del promedio de la Unión Europea. La situación de España es también un 9,4% peor a la del promedio de los países de la OCDE, que tiene 101,1 puntos.
En cuanto a la imposición sobre la renta de las personas físicas, el informe destaca, en primer lugar, su efecto conjunto con las cotizaciones a la Seguridad Social, definido por el concepto de cuña fiscal. En 2019 este indicador se situó en el 39,5%, esto es, el salario neto que finalmente recibió el empleado durante este periodo constituye menos de dos tercios del total del coste laboral que supone para la empresa. En términos relativos, la cuña fiscal en España se sitúa claramente por encima de la media de la OCDE (36%).
Respecto a la tributación empresarial, la presión fiscal en España es sensiblemente superior a la del conjunto de la Unión Europea, alcanzando en el año 2018 el 11,1% del PIB en España frente al 9,6% en la UE, según Eurostat.
El caso único de Patrimonio en España
La imposición Patrimonial en España es, según el informe, un 40,9% peor que la de la UE, y un 39% menos competitiva que el promedio de la OCDE. España presenta el segundo peor resultado, tan solo por detrás de Italia, de los 36 países analizados. El informe refleja una mayor presión fiscal sobre las rentas altas en la imposición sobre la renta, situándose esta también en la economía española por encima de la media de los países que conforman la Unión Europea.