Un trabajador recibirá una indemnización de más de un millón de euros después de que la justicia anulase su despido

El Tribunal Superior de Justicia de las Islas Baleares (TSJIB) le ha dado la razón al director de una multinacional que fue acusado de apropiación indebida por gastarse montones de dinero a través de una tarjeta de empresa, anulando su despido y condenando a la compañía a indemnizarlo con más de un millón de euros, 1.000.918,36 para ser exactos. Todo esto se remonta a hace más de siete años, cuando la firma lo acusó de apropiarse de miles de euros indebidamente, algo que negó y que le obligó a llevar el caso antes los tribunales.

En 2015 lo descubrieron

Según detalla la sentencia, el hombre llevaba trabajando en la multinacional desde 1998, pero no fue hasta 2004 que ocurrió el delito, cuando le trasladaron a Australia para dirigir la región Asia-Pacífico. Fue entonces cuando empezó a utilizar a su favor una tarjeta que se usaba para pagar a proveedores, desviando a sus cuentas los puntos que se generaban por esta fidelización para gastarlo en hoteles de lujo y viajes.

Pero hasta que la empresa lo descubrió pasaron varios años. En 2015 destaparon el fraude y echaron inmediatamente al trabajador, un despido que ahora el TSJIB ha declarado improcedente al considerar que existieron irregularidades en el proceso disciplinario por el que fue sancionado y que piden compensar con un millón de euros.

Una indemnización millonaria

La complejidad del caso era tal que el proceso judicial requirió la intervención del Supremo en dos ocasiones. Primero, para comprobar que los tribunales españoles eran capaces de llevar el caso, pues el hombre nunca trabajó en España. Al mismo tiempo que esto sucedía, la empresa intentó recuperar los fondos a través de un procedimiento judicial en Singapur, labor que tuvo que abandonar cuando los tribunales españoles fueron declarados competentes.

El Supremo intervino por segunda vez para corroborar que, efectivamente, el despido fue improcedente y que la indemnización corresponde con las irregularidades manifestadas. Una vez ratificada la sentencia y la indemnización, el directivo ha exigido que el millón que tiene que recibir se abone íntegramente, sin ninguna retención fiscal, dado que la compañía ya le ha pagado más de 650.000 euros pero con retenciones.