Legal

El fiscal general defiende que borró los mensajes de su móvil para proteger su intimidad y sus datos

  • Descarta dimitir porque dejaría en una situación de debilidad a la Fiscalía
El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, durante su comparecencia en el Senado. | Efe
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El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, ha asegurado este martes en el Senado que borró los mensajes de sus dispositivos para proteger los datos de los que es custodio, porque es su derecho a disponer de su intimidad y porque cumple con las previsiones legales para proteger sus datos y los que custodia.

Además, señaló que borra de forma regular el contenido de su teléfono móvil y señaló que también borró mensajes de su correo personal por el acoso que ha vivido después de que se revelaran sus datos personales.

Así ha defendido García Ortiz el borrado de los chat y correos electrónicos de sus dispositivos en el marco de la causa en la que está imputado en el Tribunal Supremo por presunta revelación de secretos por su papel en la filtración de los correos de Alberto González Amador, pareja de la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso. La Guardia Civil, por orden del alto tribunal, registró el pasado enero el despacho del fiscal y se llevó varios dispositivos de García Ortiz. Sin embargo, los mensajes habían sido borrados. La Unidad Central Operativa de la Guardia Civil le achaca un papel relevante en la filtración de correos.

Supuestamente, el fiscal participó en que se hiciera público el email que intercambió el abogado de González Amador con el fiscal de delitos económicos de Madrid para intentar llegar a un acuerdo a cambio de reconocer los delitos contra la Hacienda Pública.

García Ortiz ha comparecido en la Comisión de Justicia del Senado para presentar la Memoria anual de la Fiscalía referida a 2023. No obstante, es la primera vez que acude desde que fue imputado.

Descarta dimitir

Además, defendió que no dimite de su cargo mostrar una Fiscalía fuerte. Según relató, para él sería mucho más cómodo marcharse, pero dejaría en una situación de debilidad a la institución que podría ser utilizada por fenómenos criminales como el narcotráfico o el terrorismo.

Por otro lado, explicó que es muy fácil meterse con el fiscal general porque no va a responder. "Yo no me puedo defender, yo no puedo salir al campo político, independientemente de mi imputación, y contestar a todas las cosas que generalmente se le dicen a un fiscal general. Porque si lo hiciera, porque si aterrizara en la arena política, perdería la condición de neutralidad. Perdería esa condición que es la que hace que pueda realizar mi función", dijo.

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