Este lunes, la Comisión Europea (CE) ha adoptado medidas para restringir los microplásticos. En concreto, la medida prohibirá la venta tanto de los propios microplásticos como de productos a los que se hayan añadido intencionadamente y que liberen dichas partículas durante su uso. En cambio, permitirá excepciones y periodos transitorios a aquellos productos que los incorporen, siempre que esté debidamente justificado y sus fabricantes den instrucciones sobre cómo eliminar el producto para evitar la contaminación.
Al hablar de microplásticos, la comisión se refiere a todas aquellas partículas de polímeros sintéticos inferiores a 5 milímetros que son orgánicas, insolubles y resistentes a la degradación.
Una vez en el medio ambiente, los microplásticos no se biodegradan y no se pueden eliminar.
— Comisión Europea (@ComisionEuropea) September 25, 2023
Hoy adoptamos las primeras medidas, como prohibir la brillantina suelta y microperlas, para evitar la liberación de aprox. medio millón de toneladas de microplásticos al medio ambiente.
Estas partículas han estado presentes en multitud de productos de uso cotidiano, como en cosméticos, productos de higiene y limpieza, juguetes, medicamentos, etc. Dicho de otra manera, han servido para conferir textura, color, fragancia u otros atributos a productos como jabones, cremas exfoliantes, dentífricos, detergentes, suavizantes, fertilizantes, medicamentos, juguetes, materiales deportivos... Incluso la propia purpurina es, en esencia, un microplástico.
Medio millón de toneladas
El problema de esas partículas reside en que, una vez se liberan en el medioambiente, los microplásticos no se biodegradan y no se pueden eliminar. Estos, con el tiempo, se acumulan en los animales, incluidos los peces y los mariscos, y, en consecuencia, los humanos también los consumen como alimento.
Según explican desde la CE, se han encontrado microplásticos en ecosistemas marinos, en ecosistemas de agua dulce y en ecosistemas terrestres. También, en alimentos y en agua potable. "Su liberación continua contribuye a la contaminación permanente de nuestros ecosistemas y cadenas alimentarias. La exposición a microplásticos en estudios de laboratorio se ha relacionado con una variedad de efectos físicos y (eco)tóxicos negativos en los organismos vivos", explica la comisión.
De esta manera, la nueva norma evitará que se liberen al medioambiente medio millón de toneladas de plástico al año, según los cálculos de la comisión.
La norma entrará en vigor a los veinte días tras su aprobación. En su primera etapa, se ha establecido la prohibición de la purpurina no adherente y de las microesferas. Más adelante se aplicarán otras prohibiciones, dando a las partes afectadas tiempo para desarrollar alternativas y aplicarlas.