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La Iglesia renuncia a la exención del impuesto de Contribuciones Especiales y Construcciones y Obras

  • Pretende así equiparar el régimen fiscal con el de entidades sin ánimo de lucro
  • El acuerdo supone que desembolsará unos 16 millones de euros al año
  • Seguirá exenta de IBI, Donaciones y Transmisiones Patrimoniales
La Catedral de Santiago de Compostela.

La Iglesia católica comunicó este miércoles su renuncia a la exención de dos impuestos: el de Contribuciones Especiales y el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO). La Conferencia Episcopal Española, con el aval de la Santa Sede, y el Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Costes y Memoria Democrática anunciaron ayer en un breve comunicado conjunto este acuerdo.

El pacto, según informaron las dos partes, se ha hecho bajo "la voluntad compartida del Gobierno de España y la Conferencia Episcopal Española" de equiparar el régimen fiscal de la Iglesia católica con el de las entidades sin ánimo de lucro, conforme al principio de no privilegio y no discriminación.

"Con este fin, el Gobierno procederá a la derogación de la Orden Ministerial de 5 de junio de 2001 del Ministerio de Economía y Hacienda donde se regula la inclusión del Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICO) en el Acuerdo entre el Estado Español y la Santa Sede sobre Asuntos Económicos", subraya el comunicado.

El acuerdo de renunciar a esta exención de los dos impuestos es efectivo desde este miércoles.

16 millones de euros

Con este acuerdo, los Ayuntamientos, encargados de recaudar ambos impuestos, ingresarán unos 16 millones de euros al año. El ministro de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, explicó que el pacto es fruto de un año de intensa negociación. "Se terminan los privilegios fiscales de la Iglesia católica española", dijo tras el encuentro con el nuncio del Papa en España, Bernardito Aúza, el presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Juan José Omella, el secretario general de la CEE, César García Magán, y el vicesecretario para asuntos económicos de la CEE, Fernando Giménez Barriocanal en la sede del Ministerio de Exteriores. La Iglesia, no obstante, seguirá exenta del IBI, como cualquier entidad sin ánimo de lucro.

La Iglesia, no obstante, seguirá exenta del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), como cualquier entidad sin ánimo de lucro. Además, la Iglesia tampoco pago el Impuesto de Sucesiones, Donaciones y Transmisiones Patrimoniales. En el año 2007, la Iglesia ya renunció a la exención del IVA.

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Comentarios 4

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Robando que es gerundio.
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Si los bienes son propiedad de Dios, ¿como tendríamos que calificar a ese Dios?.

Seguimos en el nacional catolicismo por obra y gracia de lo que dicen llamar !DEMOCRACIA¡, y las gentes ni se enteran.

¡QUE PAGUEN IBI COMO LO HACEN TODOS LOS MORTALES!.

Lo único que queda por oír es que si tu no pagas el IBI, te condenaran en la tierra y en el cielo. Si es así, prefiero emigrar a otra galaxia donde no tengan un Dios.

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#1
pep
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Perfecto...!!!

Ahora vamos con las exenciones de impuestos y las partidas presupuestarias de los sindicatos del país

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#2
peka
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Y el resto de los impuestos para cuándo?

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#3
VIO
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El odio total de los marxistas comunistas a la iglesia católica es ancestral y no cabe duda que en algunos momentos negros de nuestra historia está plenamente justificado. Pero hoy en día, con templos en los que apenas se ven a personas de más de 60 años pretender subirles los impuestos es destruir directamente gran parte del rico patrimonio artístico, cultural y de edificios que detenta y que si se debe de hacer cargo de él el estado el gasto va a ser elevadísimo, por lo que auguramos un mal final a esta riqueza que está repartida por toda la geografía española. Puede acabar en una desamortización lamentable como ocurrió en el siglo XIX. Hay que considerar este patrimonio como un valor muy importante unido al turismo, única empresa para la que los españoles servimos gracias no a nuestros méritos en el trabajo, en Europa nos consideran como los peores trabajadores del continente, sino a que tenemos sol y playas. A este paso va a ser imposible de mantener y la iglesia católica se verá forzada a mal vender su patrimonio, que es de todos, o a dejarlo caer, que es aún peor, arrastrando en su caída al turismo que le acompaña y que nos da de comer. Creo que viéndolo de esta manera estos impuestos no se deberían de haber implantado. El numero de sacerdotes y religiosos está en caída libre, y no habrá nadie que pueda mantener su enorme patrimonio.

Puntuación 3
#4