Inversión sostenible y ESG

La mitad de los profesionales ya observa una caída del coste de financiación gracias a la sostenibilidad

Que la sostenibilidad permite pedir dinero al mercado a costes más bajos es una idea cada vez más afianzada. Según una encuesta de Ofiso –el Observatorio Español de la Financiación sostenible- el 50% de los profesionales ya observa reducciones en los costes financieros de sus instituciones gracias al uso de este tipo de financiación (el año pasado, el porcentaje fue del 38%). Más noticias sobre sostenibilidad en elEconomista Inversión sostenible y ESG.

En este sondeo han participado los miembros de Ofiso, es decir, Adif, Axesor, Banco Sabadell, BBVA, BME, Caixabank, Cohispania, Comunidad de Madrid, EY, GFE, Gobierno de Navarra, Gobierno Vasco, Grupo Red Eléctrica, Iberdrola, ICO, ING, Mutualidad de la Abogacía y Repsol.

La expresión greenium -mezcla de green y premium, que alude a la prima en el precio de los activos verdes- ha ido utilizándose más y más en los últimos meses. Según explicaba recientemente a elEconomista el presidente de Ofiso, Julián Romero: "Desde finales 2020 esa greenium empieza a ser mas patente". No siempre la hay, pero la tendencia es que se ponga más de manifiesto. Hasta ahora, "los grandes institucionales se habían mostrado reacios a pagar un extra de precio, pero estamos viendo una mayor aceptación de esa prima, en gran medida por la regulación", añade Romero. Los inversores están dispuestos a pagar un plus de precio por la estabilidad que aportan este tipo de activos en las carteras. 

Favorece a la valoración

Más del 70% de los participantes afirma que los analistas "vinculan favorablemente el valor de su empresa y su estrategia de sostenibilidad", y crecen un 29% los encuestados que consideran que "aumenta la influencia del departamento financiero en las organizaciones tras el uso de la financiación sostenible".

La encuesta también revela que seguirá creciendo la importancia y el peso de los bonos sociales y de los préstamos sostenibles. Pese a que el foco continúa estando en la E del acrónimo ESG (que hace referencia a los criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo, por sus siglas en inglés), la pandemia impulsó el interés por los aspectos sociales, al destapar necesidades en ámbitos como la sanidad, el empleo, y en cuestiones como la desigualdad o la exclusión.

De hecho, 2020 fue un año récord en bonos tanto verdes, como sociales y sostenibles en España, pero los sociales fueron los únicos que ganaron peso: acapararon aproximadamente el 18% del volumen total emitido, frente al 14% que supusieron en 2019. Los verdes, por su parte, siguieron dominando, al aglutinar el 63% de los 15.000 millones de euros colocados por las empresas y organismos públicos de este país, de acuerdo con los propios datos del informe anual de Ofiso.

Si hay algo en el que la inmensa mayoría de los encuestados coincide es en que seguirá existiendo presión por parte de los inversores, tribunales y grupos de presión para reducir las emisiones contaminantes. El 87% de los participantes coincidió en que así será.

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