
A pesar de que el VIX cotice en niveles "anormalmente bajos", que inviten a tomar posiciones, existen alternativas menos peligrosas para cubrir su cartera y hacer frente a un aumento de volatilidad.
En los últimos años el concepto de volatilidad ha ido ganando peso en el vocabulario utilizado en el ámbito financiero. Cada vez es más común hablar de un término que refleja el riesgo que se respira en el mercado en un momento dado. Y es que, este activo no hace sino reflejar el grado de variabilidad que tiene el precio de un activo respecto a su media histórica.
El indicador más conocido para reflejar el comportamiento de la volatilidad general en el mercado es el Chicago Board Options Exchange Marker Volatility Index, el VIX. El conocido como el índice del miedo mide la volatilidad implícita de las opciones sobre las acciones que componen el S&P 500 para un periodo de 30 días. Es decir, mide la volatilidad que los inversores esperan ver durante los próximos 30 días, no la que se ha vivido hasta ahora
Este selectivo ha ido ganando en fama por los temores de los inversores al comportamiento del mercado ante crisis políticas -elecciones- o geopolíticas y, sobre todo, por las abultadas alzas que registra cuando el mercado cae a plomo. Y es que, en el momento en el que se han producido los grandes crashes bursátiles, el VIX ha llegado a repuntar hasta un 50 por ciento. De hecho, históricamente puede observarse una correlación inversa entre el mercado de renta variable y el VIX.
La teoría y la práctica no siempre van de la mano
En este sentido, cuando el indicador del miedo se encuentra en niveles bajos se acrecientan los rumores sobre una posible corrección bursátil... y en la actualidad, el índice del miedo se encuentra cerca de sus mínimos del ejercicio. ¿Significa eso que es momento de invertir en volatilidad?
La reducida volatilidad puede ser indicativo de que se está fraguando una corrección en el mercado y según dictan los manuales de la inversión, su nivel actual sería el idóneo para posicionarse en este selectivo y así cubrir las carteras de bolsa, ya que este activo es óptimo para descorrelacionar un portfolio de renta variable. Sin embargo, en la práctica, la situación es diferente. "Mantener la posición en el VIX te sale caro", asegura Beatriz Paredes, asesora de Algar Global Fund, que resalta que una inversión en este índice no debe ser "nunca a largo plazo". E igual opina Jean Claude Felguera, asesor del mismo fondo, quien asegura que "no debe ser una opción para un particular porque es muy peligroso".
Precisamente esa es la postura que mantienen los asesores financieros que, a pesar de ver al índice en niveles "anormalmente bajos", consideran que es muy peligrosa la inversión en él, ya sea para cubrirse o por cualquier otro fin. Y es que, es muy complicado ver al selectivo manteniéndose en niveles elevados una vez que ha registrado un movimiento al alza. Es decir, requiere un seguimiento constante de la inversión y acarrea unos costes que no hacen aconsejable una entrada.
"Si no aciertas te arruinas", señalan desde Algar... Y acertar es muy complicado. Al menos así se desprende del comportamiento de los productos que invierten en ella. "Los fondos alternativos de volatilidad son los únicos que tienen rentabilidad negativa a un año, a 3 y a 5 años", señala Fernando Luque, editor de Morningstar en España, que afirma que "los inversores llevan años esperando la vuelta de la volatilidad".
Al menos, en 2017 parece que el inversor tiene la lección bien aprendida. "Este año, está siendo muy tranquilo a pesar de las incertidumbres; hay una sensación general de que puede pasar algo en cualquier momento y eso se produce con un contexto de volatilidad sorprendentemente baja", indica Santiago Satrústegui, presidente de Abante Asesores. "Yendo la economía bien y siendo el momento más barato de la historia para comprar coberturas lo raro es que la gente no se está cubriendo pese a que se piensa que todo puede saltar por los aires y que el sistema parece que está cogido por alfileres", asegura el experto.
Como alternativas para cubrir su cartera y reducir el impacto de la volatilidad se pueden plantear varias estrategias para todos los públicos. Ignacio de Perea, director de Inversiones de Inversis, afirma que "lo mejor es rebajar el nivel de riesgo de tu cartera si crees que va a ver movimientos bruscos en el mercado, pero no tomar pociones en el VIX". "La cobertura más barata es tener dinero en efectivo o incluso en un monetario ante un evento de volatilidad", coinciden en señalar los expertos. Esa es la mejor manera de prepararse para un aumento de volatilidad. Sobre todo si no quiere que la volatilidad tire por tierra las ganancias de doble dígito que han podido acumular los principales selectivos de renta variable en Europa y EEUU en el año.
Invertir en liquidez da unas rentabilidades menores, es evidente, pero con ello mantienes tu poder adquisitivo, y con muy poco riesgo si se tiene en cuenta el estado de la inflación. No en vano, a pesar de los intentos de los bancos centrales por crearla, las preocupaciones a este respecto son manifiestas a tenor de unos datos descendentes por causa de un precio del petróleo que ha frenado su escalada en sus máximos anuales. Además, el calendario apremia. A falta de dos meses para el final del ejercicio, y al calor de un mercado de renta variable que ha ofrecido hasta ahora unas rentabilidades de doble dígito, la avaricia por obtener más rentabilidad no debe invitar a un inversor a entrar en el VIX. En este sentido, en el mercado se pueden encontrar fondos que durante los últimos 5 años han conseguido rentabilidades positivas como el Trea Cajamar Corto Plazo o el Mediolanum Premier S.