
Una foto de un plato de langosta ha hecho que el embajador israelí en Brasil, Yossi Shel, haya sido blanco de todas las burlas en las redes sociales. El diplomático aparece en una imagen junto al presidente brasileño, Jair Bolsonaro, degustando un par de langostas, un plato que no es 'kosher' (no cumple las normas de la alimentación del judaísmo).
En un intento por esquivar las previsibles críticas por saltarse las normas de la Torá, la embajada israelí colocó un tachón negro sobre ambos platos para ocultar su contenido, aunque solo ha conseguido llamar más la atención sobre la metedura de pata del diplomático. Los comentarios críticos e irónicos no se hicieron esperar en las redes sociales y los memes ridiculizando a los dos dignatarios corrieron por las redes poco después de difundirse la foto.
El embajador, que es amigo personal de Bolsonaro, compartió mesa con el presidente en un conocido restaurante de marisco de Río de Janeiro antes de ir al estadio Maracana a ver la final de la Copa América.
«Antes de la final de la Copa América entre Brasil y Perú, el presidente @jairbolsonaro y @embaixadoryossi almorzaron juntos en Brasilia y seguirán el juego, deseándole suerte al equipo brasileño en busca de otro título. ¡¡Vamos Brasil!!», decía el tweet, difundido por la cuenta oficial de la Embajada israelí.
Antes da final da Copa América entre Brasil e Peru, o presidente @jairbolsonaro e o @embaixadoryossi almoçaram juntos em Brasília. Eles irão acompanhar a partida desejando sorte para a seleção brasileira em busca de mais um título. Vai Brasil!! pic.twitter.com/trDHb0ftCh
— Israel no Brasil (@IsraelinBrazil) 7 de julio de 2019
Un pasado polémico
No es la primera polémica que salpica a Sheli, antes de acceder al puesto de embajador en 2017, tuvo prohibido ejercer cargos públicos durante tres años tras ser encontrado culpable de perjurio y fraude por no informar de su afiliación política al Likud del primer ministro Benjamín Netanyahu cuando tenía cargos públicos.
Desde su llegada a la presidencia, Bolsonaro ha mostrado gran sintonía con el gobierno israelí, llegando a prometer incluso durante la campaña electoral que trasladaría la embajada de Brasil de Tel Aviv a Jerusalén, siguiendo los pasos de Trump y en contra del criterio internacional. Aunque de momento no lo ha llevado a cabo, sí visitó Israel el pasado marzo y anunció la apertura una oficina comercial como primer paso hacia el traslado de la delegación brasileña.