Según los datos publicados por el Ministerio del Interior griego con el 99,96% de voto escrutado, el candidato del partido conservador Nueva Democracia ha logrado superar la mayoría absoluta en los comicios del domingo al hacerse con 158 escaños en un Parlamento integrado por 300 representantes.
La formación conservadora ha conseguido el apoyo de 2,2 millones de griegos, lo que supone el 39,85% de los sufragios, y se ha hecho con los 50 escaños adicionales que corresponden por la ley electoral a su partido por ser la fuerza más votada.
Los resultados de Nueva Democracia superan claramente a Syriza, que se ha quedado con 86 diputados por sus 1,7 millones de votos, un 31,89% de las papeletas.
En tercera posición han quedado los socialdemócratas de KINAL, que obtienen 22 escaños, seguidos por los comunistas del KKE, que logran quince representantes, y los ultraderechistas de Solución Griega, que se hacen con diez escaños. La formación ultraderechista Amanecer Dorado se queda fuera del Parlamento al no superar el mínimo legal para tener representación parlamentaria. El partido del exministro de Finanzas Yannis Varufakis, MERA25, se ha hecho con nueve escaños.
Hacer de Grecia un paraíso del empresariado
El vencedor de las elecciones generales griegas, Kyriakos Mitsotakis, exponente de una corriente modernizadora del conservadurismo, se ha propuesto liberar a Grecia de lo que considera ideas obsoletas de izquierdas y convertirla, con una política de bajos impuestos, en un paraíso para el empresariado.
Tres años y medio después de haberse convertido, a sus 48 años, en el líder más joven de la conservadora Nueva Democracia condujo su partido, en un periodo de 40 días, a dos victorias aplastantes contra el izquierdista Syriza de Alexis Tsipras, que gobernó el país desde enero de 2015.
Como presidente de Nueva Democracia, Mitsotakis ha querido forjarse una imagen de líder "que modernizará el país", y que lo hará competitivo para asumir los restos del siglo XXI. Ha colocado en el centro de su programa político a las empresas y a la clase media, la más castigada por la elevada presión fiscal de los últimos años.
El futuro primer ministro ha prometido que entre sus principales medidas estará bajar los impuestos y reducir el gasto público a través de una mayor cooperación del Estado con el sector privado y la reducción del número de funcionarios.
Sindicatos, educación y Macedonia
No oculta su desconfianza frente a los sindicatos y los convenios colectivos y ha dejado patente su preferencia por la flexibilización máxima del trabajo y, en lugar de los convenios colectivos o sectoriales, defiende que las empresas firmen directamente convenios con sus trabajadores.
Está a favor de una educación que se ajuste a las necesidades del mercado laboral, de una mayor cooperación entre las empresas y las universidades públicas y ha convertido en caballo de batalla la creación de universidades privadas, que prohíbe la Constitución.
Partidario de la aplicación de una política de mano de hierro contra la delincuencia, ha prometido revocar inmediatamente todas las reformas en la política carcelaria del Gobierno anterior que, a su juicio, el único efecto que tuvieron fue incrementar la inseguridad de los ciudadanos.
El líder de Nueva Democracia se ha opuesto con firmeza al acuerdo de Prespa que solucionó el contencioso en torno al nombre de Macedonia, aunque, después de que lo aprobara el Parlamento, se comprometió a respetarlo.