
Los condados históricos galeses de Brecon y Radnorshire, que suman unos 70.000 habitantes y eligen un diputado conjunto, nunca habían tenido la importancia que pueden tener esta semana. En manos del 10% de los votantes de la circunscripción, unas 5.300 personas, está la posibilidad de dejar al Gobierno británico sin posibilidad de sumar una mayoría, al ganador de las primarias 'tories' sin investidura, y precipitar unas elecciones en otoño.
Una tormenta perfecta se ha concentrado en apenas 24 horas para poner a la minúscula mayoría que aguanta el Ejecutivo de Theresa May al borde de la ruptura, justo cuando comienza el mes clave para que la militancia del Partido Conservador nombre a su nuevo líder. Normalmente, cuando un partido en el Gobierno cambia de líder, se da por hecho que su investidura será inmediata. Pero esa escasa mayoría puede evaporarse incluso antes de conocer a los dos finalistas al cargo: si tres diputados abandonan el partido, los 'tories' pasarán a estar en minoría, incluso sumando a sus socios de coalición, los unionsitas norirlandeses. Y precisamente tres diputados conservadores están a punto de marcharse.
La primera señal se conoció este jueves, durante la primera de las dos rondas de votaciones definitivas para escoger a los dos candidatos. El exalcalde de Londres Boris Johnson ganó, alcanzando finalmente el 50% de los apoyos (157), mientras que a su espalda hubo un empate técnico: 61 para su enemigo declarado Michael Gove (ministro de Medio Ambiente), y 59 para Jeremy Hunt (Exteriores). El segundo finalista lo escogerán los 34 diputados que apoyaron a Sajid Javid (Interior), eliminado.
Pero la clave estuvo no en los 311 votos a los dos candidatos, sino en dos votos nulos, los primeros en toda la contienda. El contenido de las dos papeletas nulas "no tenía nada de humor", según los portavoces de la dirección del partido encargados del recuento. Todo indica que pertenecen a seguidores de Rory Stewart, la revelación de las primarias, eliminado el miércoles en lo que su equipo tachó de "artes oscuras" para perjudicarle. Y al menos dos diputados que apoyaron a Stewart, Ken Clarke y Dominic Grieve, han amenazado públicamente con votar en contra del ganador en la investidura o en una moción de censura si amenaza con ir a un Brexit sin acuerdo.
Pongamos que los dos votos nulos indican a dos diputados al borde de la ruptura. Falta uno. Y ahí es donde entran Brecon y Radnorshire. Su diputado, el 'tory' Chris Davies, fue condenado a una multa de 1.500 libras y 50 horas de trabajos a la comunidad por entregar hojas de gastos falsos al Parlamento. Como todos los diputados condenados, su escaño pasó a estar en manos de sus electores: si un 10% de ellos firman una petición para echarle, su escaño quedará declarado vacante. En total, hacen falta 5.300 firmas en una circunscripción en la que la oposición obtuvo 21.000 votos en 2017.
Una elección clave
Las hojas de firmas han estado disponibles desde hace 6 semanas, y el principal partido de la oposición local, los Liberal-Demócratas, que controlaron el escaño entre 1997 y 2015, se han dedicado a rcoger firmas sin descanso. Este jueves se cierra la recogida, y el viernes a mediodía se sabrá si se ha alcanzado la cifra necesaria. Si eso ocurre, el escaño quedaría vacante al menos un mes. Y si las elecciones las gana cualquier partido de la oposición -que tendrían un incentivo extraordinario para presentar un candidato conjunto-, el nuevo líder 'tory' podría inaugurar su mandato con la pérdida definitiva de su mayoría.
¿Qué pasaría entonces? Nadie lo sabe con certeza, porque nunca ha ocurrido una combinación tan diabólica de factores. Pero May, en principio, seguiría en funciones hasta que su sucesor pudiera demostrar el apoyo mayoritario de los Comunes. Y si eso no ocurre nunca, lo más probable serían unas elecciones de emergencia antes de octubre. El caos del Brexit puede hacerse mucho peor aún.