
En medio de la batalla por el liderazgo del Partido Conservador británico, la oposición ha decidido sacar músculo y recordar que el próximo primer ministro no tiene garantizada su investidura, y mucho menos la posibilidad de aprobar su programa sobre el Brexit. Y su objetivo es claro: prohibir que el ganador de las primaries 'tories' pueda suspender el Parlamento para forzar una salida sin acuerdo el 31 de octubre. Para ello, aprovechando el vacío de poder, una 'coalición arcoíris' anti-Brexit intentará quitarle mañana de nuevo al Ejecutivo de Theresa May, ahora en funciones, el control sobre el orden del día del Parlamento.
El Gobierno, ya de salida, decidió darle este miércoles a los laboristas uno de la veintena de días establecidos para que la oposición fije los asuntos a debatir. Inicialmente, Jeremy Corbyn presentó una serie de mociones inofensivas sobre desigualdad y discriminación en el deporte. Pero la tarde del martes, por sorpresa, anunció que las sustituiría por una moción apoyada por prácticamente todos los partidos de la Cámara para hacerse con el orden del día del próximo 25 de junio y dejar la puerta abierta a más.
En el Reino Unido no existe una Mesa del Parlamento que fije los temas a debatir y las leyes que se votan, sino que es el Gobierno el que toma esas decisiones unilateralmente. Y esta moción suspendería temporalmente el artículo del reglamento de la Cámara de los Comunes que da ese poder al Ejecutivo, lo que supondría una toma del poder por parte de la oposición.
El mecanismo es el mismo usado ya hace unos meses para forzar votaciones sobre posibles versiones alternativas del Brexit y para aprobar una ley que obligara a May a solicitar una prórroga larga del Brexit en la cumbre final con la UE. Se supone que el plan es el mismo: en este caso, aprobar una ley que impida cerrar el Parlamento en los meses clave y obligue al nuevo Gobierno a solicitar la autorización de los diputados antes de tomar ninguna decisión.
El proyecto tiene altísimas posibilidades de salir adelante después de que se sumara el diputado 'tory' Oliver Letwin, líder de la facción anti-Brexit de su partido, que ya dirigió las mociones exitosas de marzo y abril. Su presencia se espera que atraiga a un puñado de diputados conservadores, más que de sobra para tumbar a un Gobierno en una situación de debilidad flagrante.
El portavoz laborista del Brexit, Keir Starmer, explicó que están procupados por "la irresponsable actitud" de los candidatos a dirigir a los 'tories', que sugieren "meter a la reina" en el Brexit para "pedirle que cierre el Parlamento" y "echar al Reino Unido de la UE sin el consentimiento de los británicos". En su lugar, pide a "todos los diputados que rechazan salir sin acuerdo o cerrar el Parlamento" que apoyen la moción.
El fiscal general, Geoffrey Cox, dijo que cerrar el Parlamento es "inconstitucional e inaceptable, pero no ilegal"
En la presentación de las candidaturas a liderar el Partido Conservador, algunos de los aspirantes como Esther McVey o Dominic Raab sugirieron el cierre del Parlamento en octubre para forzar una salida sin acuerdo. La posibilidad, que solo rechazan de plano unos pocos de los aspirantes a primer ministro, se ha convertido en el 'botón nuclear' que sobrevuela la política británica. El fiscal general, Geoffrey Cox, dijo hoy que la opción es "inconstitucional e inaceptable, pero no ilegal", y que "tendría un coste".
Si el Parlamento prohíbe esta opción, con el apoyo de diputados 'tories', sería una señal clara de que cualquier candidato 'brexiter' duro tendría muchas dificultades para sumar una mayoría de investidura. Y nadie descarta aún la posibilidad de que May siga en funciones durante meses mientras su sucesor estudia qué hacer para conseguir el apoyo de la Cámara o se plantea unas nuevas elecciones.