El grupo de favoritos en primarias demócratas para la presidencia de EEUU parece dividirse en tres parejas: los mayores, las mujeres y los jóvenes. Y el último en sumarse a la lista ha sido Pete Buttigieg, de 37 años, alcalde de Fort Bend -una ciudad de 100.000 habitantes en Indiana- y que se ha convertido en el primer candidato abiertamente homosexual de la historia en lanzarse a por la Casa Blanca.
El 'Alcalde Pete', titulado en Oxford y Harvard, trabajó en la consultora McKinsey antes de ser elegido regidor de su ciudad con apenas 29 años. A la vez, se afilió a la Marina como oficial de inteligencia en la reserva y estuvo destinado a Afganistán durante 2014. Con esta experiencia, mezcla propuestas para favorecer el emprendimiento, que funcionarion en su ciudad, con las bases demócratas: sanidad pública, ley contra la discriminación sexual, refuerzo de los sindicatos y lucha contra el cambio climático.
Con su entrada en la carrera, el grupo de favoritos parece claro. En cabeza están los 'mayores': el senador Bernie Sanders (77 años) y el exvicepresidente Joe Biden (76), ambos liderando las encuestas en torno al 25% de los votos desde posiciones económicas completamente opuestas pero centradas en los obreros blancos que elevaron a Donald Trump. Detrás, los 'jóvenes': Beto O'Rourke (46) y Buttigieg (37), ambos centristas y enfocados hacia los votantes 'millennials', que rondan el 10% en las encuestas. Y un poco detrás en los sondeos, las mujeres, Kamala Harris y Elizabeth Warren, también desde posiciones distintas: una exfiscal negra y de centro-izquierda de California contra una profesora universitaria claramente izquierdista del noreste.
El principal gancho de Buttigieg es su capacidad de conectar con los votantes jóvenes, uno de los grupos que más se abstienen en las elecciones y donde más crecimiento puede tener el partido. Pero su posición pro-empresa y su pasado en McKinsey son puntos 'débiles' ante las bases más izquierdistas de su partido. Una de sus propuestas, además, puede ser muy polémica: aprobar un programa de servicio público -no militar- que todos los jóvenes deberían realizar durante un año.
De entrada, en su discurso de apertura de campaña, 'Pete' se centró en desmontar la "nostalgia por un pasado que nunca fue tan bueno" y que, en su opinión, abandera Trump. En su lugar, quiere centrarse en dar nuevas oportunidades a las 'generaciones de la crisis', asegurar la igualdad de todos los ciudadanos - "que mi libertad para casarme con otro hombre no dependa de la ideología del funcionario de turno" - y luchar contra el cambio climático, "la principal amenaza para la seguridad mundial".
Avalancha de donaciones
La campaña demócrata para las elecciones de noviembre de 2020 se pondrá en marcha este mes de junio, con los primeros debates entre los candidatos que hayan obtenido un mínimo de apoyo en las encuestas o de donaciones. Precisamente, si algo está batiendo récords este año es el número de donantes a los candidatos. En 2008, Barack Obama recogió aportaciones de 104.000 personas distinitas, lo que era una marca histórica para entonces. Este año, según sus declaraciones a la Comisión Electoral Federal (FEC), Sanders ha recaudado dinero de 525.000 personas diferentes; O'Rourke, de 163.000; Buttigieg, de 159,000; y Harris, de 138.000.
Aunque, por el momento, la ventaja en este aspecto la sigue teniendo Trump: su campaña para la reelección lleva recaudados ya 30 millones de dólares, y el magnate podrá sentarse a esperar que sus rivales se peleen entre ellos antes de entrar al terreno.