Angela Merkel cede este viernes a los 1.001 delegados de su partido la elección del nuevo líder de la CDU, en una votación determinante para el futuro político de Alemania y que se celebra en Hamburgo, la ciudad que la vio nacer. La canciller ha apostado por hacer un llamamiento por la unidad del partido ante la guerra de poder que ha abierto su sucesión, y ha pronunciado un emotivo discurso que ha recibido una cerrada ovación de diez minutos.
Angela Merkel se ha despedido como líder de los Demócratas Cristianos con un discurso ante sus correligionarios conservadores, reunidos para elegir a un sucesor que se convertirá en candidato a asumir también la jefatura del Gobierno. La líder germana, de 64 años, ha expresado en el congreso de la CDU en Hamburgo su gratitud por la posibilidad de haber servido como jefa del partido durante 18 años, 13 de ellos como canciller, durante los cuales ha llegado a dominar la política europea como su principal gestora en tiempos de crisis y generadora de consensos.
"Ha sido un gran placer para mí, ha sido un honor", ha manifestado mientras trataba de contener las lágrimas ante un auditorio que le ha dedicado una ovación de diez minutos. "En momentos como estos, defenderemos nuestros puntos de vista liberales, nuestra forma de vida, tanto en casa como en el extranjero".
"La CDU de 2018 no debe mirar hacia atrás sino mirar hacia delante, con gente nueva... pero con los mismos valores", ha agregado Merkel, quien ha garantizado neutralidad con respecto a su sucesor al frente del partido.
Antes del inicio del acto, Merkel ha pedido a los conservadores que se mantengan unidos una vez que ella abandone la cúpula de la Unión Cristiano Demócrata (CDU) y que sea elegida una nueva directiva en la formación."Deseo que salgamos reforzados de este congreso, que salgamos motivados y unidos. Confío en que así sea", ha dicho la mandataria al inicio del congreso federal de la CDU que pone fin a una era con la elección de su sucesor.
Los 1.001 delegados deberán elegir entre la actual secretaria general de la CDU, Annegret Kramp-Karrenbauer, el ex líder de la facción conservadora Friedrich Merz y el ministro de Sanidad, Jens Spahn, como líder de los conservadores la hayan recibido con un largo y tendido aplauso y levantando carteles en los que se podía leer "Gracias, jefa".
"El de hoy es un congreso especial", ha apuntado, Merkel señalando que la CDU deberá mantenerse en el futuro como el partido mayoritario en el centro político de Alemania. La canciller ha citado el equilibrio presupuestario, el fin del servicio militar obligatorio y la gestión de la crisis de refugiados entre los grandes logros de la CDU durante su mandato como líder del partido.
Continuismo o giro a la derecha
Del voto de los delegados dependerá que se imponga el continuismo, representado por la secretaria general Annegret Kramp-Karrenbauer (conocida como AKK), o el giro derechista con que se identifica a los otros dos aspirantes: el exjefe del grupo parlamentario Friedrich Merz y el ministro de Sanidad, Jens Spahn.
Todos son conscientes de que en este congreso se trazarán las directrices para el futuro de la CDU y que de ganar la elección se convertirán probablemente en el siguiente candidato conservador a la cancillería.
A tenor de las últimas encuestas, la verdadera lucha se disputa entre AKK y Merz, ya que la candidatura de Spahn dispone de pocas opciones, aunque a diferencia de sus rivales, él sí tiene toda una carrera política por delante, independientemente de lo que pueda salir hoy del congreso.
Merz, político ambicioso y multimillonario, dejó el liderazgo del grupo parlamentario en 2002, dos años después de que Merkel tomara las riendas del partido y lo arrinconara a él y a varios pesos pesados del partido. AKK representa la lealtad a la línea de la canciller aunque, de imponerse, se considera que tratará de dar un sello más genuinamente conservador a la CDU, tras el proceso de "socialdemocratización" que se imputa a Merkel. Para Merz y AKK la votación de hoy es un "todo o nada".