
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, asegura que el periodista opositor saudí Jamal Khashoggi murió asfixiado con una bolsa de plástico al tiempo que destacó la necesidad de una investigación internacional del caso, informa hoy el rotativo Hürriyet.
"La bolsa que se colocó en la cabeza.... su sufrimiento posterior. Ya lo saben. Dejamos que todos escucharan esto", dijo Erdogan, en alusión a las grabaciones de audio del asesinato del reportero en el consulado saudí de Estambul que las autoridades turcas han compartido con varios gobiernos.
El mandatario turco hizo estas declaraciones a un grupo de periodistas que lo acompañaban en el avión presidencial rumbo a Paraguay tras acudir este fin de semana a la cumbre del G20 en Buenos Aires.
"Si es necesario, llevaremos el caso a las Naciones Unidas para que el poder judicial internacional se alce", dijo Erdogan y remarcó que Turquía seguirá con el caso hasta el final.
Describió el caso Khashoggi como un "problema mundial" e insistió a las autoridades saudíes que aclaren quién dio la orden y dónde está el cuerpo del periodista asesinado.
"Queremos que todo quede claro", dijo Erdogan, tras asegurar que Turquía no tiene intención de dañar la imagen de la familia real saudí.
Durante la cumbre del G20, Erdogan criticó que el asesinato de Khashoggi no fuera un tema de agenda en esa reunión de líderes y acusó al príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, -presente en Buenos Aires- de intentar desligar a su país del caso.
Khashoggi quería crear un movimiento juvenil
El periodista saudí se encontraba estudiando la posibilidad de crear un movimiento juvenil online para hacer frente a Riad, según ha informado este lunes la cadena de noticias estadounidense CNN. Tras supervisar unos 400 mensajes de WhatsApp intercambiados entre Khashoggi y el activista Omar Abdulaziz, la citada cadena ha indicado que el periodista comparó al príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman, con un "animal comecocos que, cuantas más víctimas come, más quiere".
Abdulaziz, que reside en Canadá, ha comentado que su colega creía que Bin Salman suponía "un problema" y que debía ser frenado. "En los intercambios casi diarios entre octubre de 2017 y agosto de 2018, Khashoggi y Abdulaziz concibieron un plan para formar un ejército electrónico e involucrar a jóvenes saudíes (...) y así desacreditar la propaganda estatal en las redes sociales, aprovechando el perfil oficial de Khashoggi y la fuerza de 340.000 seguidores de Abdulaziz en Twitter", segura la CNN. Según Abdulaziz, el periodista prometió invertir una suma inicial de 30.000 dólares y conseguir el apoyo de "donantes ricos".