
La última controversia sobre los refugiados en Alemania ha brotado de unos anuncios aparecidos en el metro de ciudades como Berlín en los que el Ministerio de Interior anima a los refugiados a abandonar el país a cambio de 2.200 euros.
La oferta de Merkel solo es válida hasta el 31 de diciembre de 2018, y va dirigida a los refugiados a los que se les haya denegado el asilo, aunque no aluda directamente a ellos. Las ayudas económicas para el llamado 'retorno voluntario' existen desde los años 90 a través del programa StarthilfePlus, que brinda asesoramiento legal y concede una suma de 1.200 euros a los individuos que vuelvan a sus países de origen.
Sin embargo, la nueva propuesta del Ministerio de Interior parece tirar la casa por la ventana y aumenta la dotación económica hasta los 2.200 euros, además de una ayuda durante los primeros 12 meses en su país para costear el alquiler de una vivienda o la construcción de otra. También se conceden hasta 3.000 euros para la renovación de una casa. Este subsidio se solicita junto al programa clásico e implica un requisito final: que el retornado voluntario renuncie a volver a Alemania y a solicitar asilo en territorio germano.
Los alemanes se han encontrado estos anuncios en las marquesinas del suburbano de Berlín -además de difundidos en la radio- y algunos de los carteles ya han sido atacados con pintadas. Están escritos en siete idiomas, que incluyen el árabe, el farsi o el pastún, y decorados con banderas de varios países africanos, Afganistán, Líbano o Turquía.