El potente saludo entre el presidente francés, Emmanuel Macron, y el estadounidesne, Donald Trump, durante la cumbre de la OTAN de Bruselas no fue inocente. El presidente galo apretó con fuerza la mano de su homólogo estadounidense, dominante en estos escenarios, para no mostrar debilidad.
La imagen, muy comentada, muestra como ambos líderes se aprietan con fuerza la mano y se sostienen la mirada durante su primer encuentro el pasado jueves en la capital belga. "No fue algo inocente, tampoco la clave de la política, pero sí un momento de sinceridad (...) Era una forma de mostrar que no vamos a hacer pequeñas concesiones, aunque sean simbólicas, aunque tampoco hay que exagerar su importancia", afirmó Macron en declaraciones al semanario Le Journal du Dimanche.
Los medios del mundo interpretaron ese apretón de manos como un pulso entre ambos líderes, recién llegados al cargo y que participaban por vez primera en una cumbre de la OTAN.
A Trump se le conoce por sacudir el brazo de sus visitas con su potente apretón de manos, pero el dirigente francés de 39 años aguantó y venció. Macron aseguró que con ese tipo de gestos tratará de mostrar su firmeza frente a líderes que lo analizan todo "como una relación de fuerzas", entre los que citó a Trump, pero también "al presidente turco o al ruso", a quien recibe este lunes en Versalles.
Donald Trump, el presidente de Turquía y el presidente de Rusia son de una mentalidad de relaciones de poder, que no me molesta", dijo Macron. "Yo no creo en la diplomacia de la invectiva pública, creo en el diálogo bilateral y no voy a permitir que nos superen, es así como uno se hace respetar", dijo el presidente galo.
Eso sí, la 'venganza' de Trump no se hizo esperar. Horas después del sonado saludo y bajo la atenta mirada divertida de la canciller alemana Angela Merkel, el secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg, y otros líderes, sonriente tiró ostensiblemente hacia él el brazo de su par galo cuando tuvieron que volver a saludarse.
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