Los votantes franceses han elegido este domingo un centrista proeuropeo frente a una ultraderechista euroescéptica y antiinmigración para que les dirija durante los próximos cinco años. La participación, tal y como se preveía, ha caído en picado. El dato registrado a las 17 horas es del 65,3%, más de seis puntos inferior a la registrada en las elecciones de 2012 y diez puntos menos que en 2007.
En 2012, la participación era del 71,96 por ciento y en la votación de la segunda vuelta en 2007 fue del 75,11 por ciento, según los datos difundidos por el propio Ministerio. Los datos corresponden en todos los casos a la Francia metropolitana.
El dato de participación ya había experimentado un descenso de dos puntos en el registro de las 12 de la mañana, que se ha convertido en la consolidación de una caída a las 17 horas. Nunca se había registrado una participación electoral tan baja en Francia en la segunda vuelta desde los comicios de 1988.
Una encuesta del viernes había pronosticado una participación final del 75 por ciento para estos comicios. Las cifras finales de 2002, 2007 y 2012 fueron todas superiores al 80 por ciento.
Alta abstención
El índice de abstención en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas rondará entre un 25 y un 27 por ciento, según los datos ofrecidos por cuatro encuestadoras, aproximadamente siete puntos más que la segunda ronda de 2012.
El dato mínimo del 25 por ciento ha sido ofrecido por Ifop-Fiducial mientras que Ipsos/Sopra Steria y Elabe estiman un punto porcentual más. Harris Interactive estima el porcentaje más elevado del 27 por ciento.
El dato de abstención en la segunda vuelta de los comicios de hace cinco años fue del 19.65%.
Los encuestadores han previsto que la abstención será más alta entre los votantes izquierdistas, que se sienten privados del derecho de voto este domingo después de que otros nueve candidatos fueran eliminados en la primera ronda, pero no está claro lo que podría significar una afluencia alta o baja a las urnas.