
Una de las obsesiones que ha generado la pandemia de coronavirus es la de conseguir un mayor conocimiento sobre la transmisión de la enfermedad en interiores y, en base a ello, establecer medidas para evitar en la medida de lo posible los contagios en esos entornos, que pueden darse en hogares, trabajos y hostelería.
Por esta razón, cinco expertos de la Universidad de Cambridge han creado la aplicación Airborne, una especie de calculadora que pretende "ayudar a los usuarios a comprender cómo las medidas de mitigación afectan la transmisión en interiores".
El funcionamiento es el siguiente: el usuario tiene que rellenar una serie de campos para crear las circunstancias en las que se va a desarrollar una reunión en una habitación. Los metros cuadrados de la estancia, su altura, el nivel de ventilación, el aire disponible para cada persona, el número de ocupantes, el tiempo de exposición, si llevan mascarilla, si los ocupantes realizan ejercicio, están sentados o no...
Junto a todo esto, que elabora una imagen de la habitación, se debe introducir también el número de personas enfermas en la reunión, el porcentaje que supone sobre el total y su actividad durante el encuentro y si lleva o no mascarilla.
Con todos estos datos, el usuario podrá calcular el riesgo que supone una reunión concreta en función de todas estas variables. Evidentemente, a más tiempo, el riesgo aumenta. El resultado aparece en una gráfica explicativa.
Así, para una habitación similar a la de un restaurante, con capacidad para 40 personas en un espacio de 100 metros cuadrados y una ventilación adecuada, la posibilidad de que, con cinco de ellas contagiadas y sin mascarilla, se contraiga el virus alcanza un 8% si se está dos horas dentro, sin contar el efecto de los aerosoles.
Los expertos, sin embargo, advierten de que se trata de un modelo aproximativo que debe tomarse con cautela. La aplicación entiende que todos los concurrentes se lavan las manos, guardan una distancia mínima de seguridad y no incluye el efecto de la transmisión por aerosoles, que es "significativa".
Por todo ello, afirman, esta herramienta no solo es informativa, sino pedagógica: "El usuario debe ver cómo el riesgo de infección disminuye o aumenta mediante el uso de mascarillas o mejorando la ventilación".