Algunos camioneros varados en el puerto de Dover, en el sureste de Inglaterra, protagonizaron este miércoles forcejeos con la policía ante el caos provocado después de que Francia cerrase el domingo la frontera con el Reino Unido.
Algunas fotografías de los reporteros gráficos mostraron estos forcejeos ante la clara frustración de los camioneros, muchos de ellos obligados a pasar tres noches en sus vehículos y con la perspectivas de no llegar a tiempo a casa para la Navidad.
La reapertura condicionada de la frontera entre Francia y Reino Unido se ha traducido en una carrera contrarreloj desbloquear Dover, donde se acumulan cientos y cientos de camiones desde hace dos o tres días.
El presidente francés, Emmanuel Macron ha exigido un test negativo PCR a todos aquellos que quieran cruzar la frontera, que en el caso de los transportistas podrá ser de antígenos, que en media hora da los resultados.
Así, para sacar cuanto antes los camiones y reactivar el flujo normal de mercancías, algo que no será ni mucho menos inmediato, el gobierno de Boris Jonhson ha movilizado a las fuerzas de seguridad del Estado (el Ejército) para hacer test de antígenos a los conductores y que puedan volver al Continente.
Los esfuerzos para desbloquear el Canal de La Mancha chocan con otro problema que puede dejar atrapados a los camiones en Francia hasta el 26 de diciembre, retrasando aún más la recuperación del tránsito. Y es que, el país vecino limita la circulación de camiones por su territorio en los festivos, lo que implica que en Navidad (25 de diciembre) no podrán transitar por el país, obligándoles a parar desde el 24 de diciembre a las 22.00 horas.
Así, la patronal Astic se ha puesto en contacto con el ministerio de Transportes y Bruselas para tratar de que Francia levante las limitaciones a la circulación el 25 de diciembre a menos para los camiones que vienen de Reino Unido, donde llevan dos o tres días atrapados.
Riesgo para el comercio español
El bloqueo del Canal de la Mancha pone en peligro el comercio entre España y el país británico, que mueve unos 100 millones de euros al día, en un momento en el que la Isla está acelerando la importación de productos ante los aranceles que se esperan el próximo uno de enero por el Brexit.
Estamos en la campaña de cítricos y el grueso de las frutas y verduras que se consumen en reino Unido vienen de España y el resto de Europa, por lo que hay riesgo de desabastecimiento y de que se pierdan los productos.