Que Donald Trump no es un presidente al uso, no es ninguna novedad, el mandatario se ha encargado de dejarlo claro durante estos cuatro años, pero seguramente lo seguirá haciendo en los posteriores, aunque ya no sea como expresidente. Mientras tras una derrota el resto de candidatos agachan la cabeza y se retiran de nuevo a su típico rancho norteamericano, las pistas apuntan a que Trump no abandonará la primera plana política por mucho que haya perdido, el mandatario ha asegurado durante una recepción en la Casa Blanca que los ciudadanos volverán a verle "en cuatro años".
En un vídeo colgado en Facebook por uno de los asistentes el acto, Trump dice a los presentes que los resultados han sido "manipulados" en su contra, horas después de que el propio fiscal general, William Barr, asegurara en una entrevista que el Departamento de Justicia no ha encontrado ninguna prueba de fraude.
"Ciertamente este ha sido un año inusual. Ganamos las elecciones, pero a ellos no les gusta", "han sido cuatro años increíbles". "Estamos intentando conseguir otros cuatro, de lo contrario os veo en cuatro años", ha afirmado Trump.
El mandatario necesita seguir garantizando su poder económico, además, juega con la ventaja de que ningún candidato republicano le puede hacer sombra, de momento. Trump interpretará el papel de víctima y persistirá en sus acusaciones de fraude electoral mientras se preparará para las elecciones de 2024, el objetivo es claro, los Trump tienen que volver a liderar el país, sino es él será su hijo, así lo avisaba recientemente el experto en política estadounidense, Juan Verde en un webinar organizado por Atrevia bajo el nombre "Estados Unidos 2021: un nuevo gobierno, una nueva agenda".
El asesor político español destaca la buena estrategia que ha seguido Trump durante los últimos meses, el recuento se sabía que iba a ser ajustado, así que el todavía presidente comenzó a atacar la veracidad del voto por correo, sabía que estas papeletas iban a ser decisivas ya que eran las últimas en contabilizarse y que iban a llevar, mayoritariamente, el voto democrático, debido a que esta opción garantiza la distancia social defendida por Biden ante la pandemia.
Pese a la multitud de recursos judiciales por fraude electoral que ha impuesto Trump en diferentes estados, el experto afirma que no hay posibilidades de que alguno de ellos prospere o sea decisivo para el resultado final electoral. Verde no niega que en un país de más de 350 millones de personas pueda haber algún voto mal contabilizado, pero concluye que esto sería un hecho "testimonial o simbólico que no pone en riesgo el sistema electoral de los Estados Unidos".
Respecto a lo que pasó en el año 2000, cuando también se llevó a la Corte Suprema una posible irregularidad en el recuento electoral en el estado de Florida, Verde destaca que son situaciones muy diferentes, ya que en ese año la victoria final se decidió en este estado y en un condado concreto, sin embargo, en estas elecciones han sido varios los estados decisivos, miles de votos de diferencia entre un candidato y otro y varias las demandas judiciales impuestas en varios estados sin demasiado criterio.
El experto destaca que el 70% de la población que concentra la mayor parte del poder económico del país ha votado a Biden y que ha tenido mucha importancia la fuerte participación de las mujeres y de la población de color en estos comicios. Trump tendrá que abandonar la Casa Blanca el próximo 20 de enero antes de las 12 del medio día, Verde espera que Trump no oponga resistencia pero que en ningún momento reconozca la victoria de Biden.
Vuelta a la relaciones internacionales
Las relaciones exteriores del país han sido más que convulsas con Trump al mando y Juan Verde las califica de nefastas y asegura que ahora es el turno de que el país recupere esa posición de mediador y conciliador internacional que ha perdido durante los últimos años.
Biden ya ha anunciado que uno de los primeros documentos que firmará como presidente será volver al acuerdo de París, el experto asegura que Estados Unidos volverá a la lógica de la mano de Biden, a la cooperación y a situarse como líder en la cooperación internacional.
Cooperación más que necesaria para afrontar las amenazas que, según el experto, pondrán en jaque el futuro de las economías, como lo son los ciberataques, el cambio climático, la proliferación nuclear, el terrorismo internacional y futuras pandemias. No son retos que un país, ni siquiera el gigante de Estados Unidos, pueda afrontar por si solo y para hacer frente a estos retos la mediación internacional es primordial para el bienestar de todas las economías, afirma Verde.
Sin embargo, China seguirá siendo un duro aliado para Norteamérica, las relaciones están más tensas que nunca con el país y el gigante asiático no ha hecho bien las cosas, afirma el experto. A pesar de esto, el gobierno de Biden tiene oportunidades de encontrar un espacio donde conversar y cooperar frente a la aptitud de confrontación que mostraban los republicanos, eso sí, el mundo que nos espera durante los próximos años seguirá siendo mucho más polarizado y competitivo, sobre todo entre Estados Unidos y China, que lo que hemos visto en épocas anteriores.
Hay esperanza para Latinoamérica
Biden será el presidente estadounidense que más conoce a Latinoamérica, así lo afirma Juan Verde, el demócrata viajó más de 18 veces a la región, siendo así el vicepresidente estadounidense que más visitó Latinoamérica. Biden ha repetido en numerosas ocasiones que ve la seguridad nacional estadounidense ligada al desarrollo económico de la región, el experto sostiene que entramos en una nueva época para la región, en la que América Latina vuelve al mapa y a la agenda estadounidense.
Juan Verde afirma que uno de los propósitos de Biden respecto a la región es la reubicación de suministros, la mayor parte del material médico y sanitario se compra en China, el experto sostiene que en situaciones extremas como la pandemia que vivimos es necesario que los suministros estén más diversificados para garantizar el abastecimiento. Latinoamérica podría tener en esta reubicación una gran oportunidad de negocio, ya que aunque la mano de obra es más cara que en China, la proximidad geográfica respecto al gigante estadounidense compensa.
