Argentina solicitará al Fondo Monetario Internacional un programa de facilidades extendidas —un plan que implica adherirse a reformas económicas significativas—, en un esfuerzo por retrasar el pago de los 44.000 millones de dólares que le debe al organismo multilateral, dijo el ministro de Economía, Martín Guzmán.
El Gobierno argentino iniciará conversaciones formales con el FMI esta semana, cuando una misión liderada por la subdirectora del Departamento del Hemisferio Occidental, Julie Kozack, llegue a Buenos Aires el martes. Un programa de facilidades extendidas le daría al país al menos cuatro años y medio de gracia para comenzar a pagar su deuda una vez que sea aprobado, dijo Guzmán.
Un programa de facilidades extendidas generalmente requiere que los países hagan cambios económicos estructurales profundos, según directrices del FMI. Su adopción se da tras un giro hacia políticas más ortodoxas de la coalición gobernante en su primer año de gobierno después de impulsar el gasto y recurrir a la impresión de dinero por parte del banco central para financiar su creciente déficit en medio de la falta de acceso a los mercados globales.
"El staff del FMI y el Gobierno argentino consideran que en las circunstancias actuales, ese tipo de programa es la mejor alternativa disponible", dijo Guzmán a periodistas el lunes en el Ministerio de Economía. "El escenario base es obtener fondos para pagar intereses y capital" para el programa existente. Guzmán declinó decir si el Gobierno solicitará nuevos fondos como parte del nuevo programa.
El país, que reestructuró 65.000 millones de dólares de deuda externa con acreedores privados hace dos meses, había estado buscando retrasar el pago del préstamo del FMI en medio de una fuerte devaluación del peso y una contracción económica de tres años.
Si bien un programa de facilidades extendidas le daría a Argentina más tiempo que otros acuerdos crediticios para dicho reembolso, también significaría embarcarse en una serie de reformas económicas estructurales, algo que el presidente Alberto Fernández ha evitado hasta ahora debido a su probable coste social y político.
Búsqueda de confianza
Incluso con la reestructuración de la deuda privada, el Gobierno de Fernández ha tenido dificultades para generar credibilidad con los inversores. Su Administración aumentó drásticamente la impresión de dinero, lo que generó preocupaciones sobre una inflación más alta el próximo año, al tiempo que endureció los controles de capital, las restricciones laborales y publicó un plan presupuestario que los economistas consideran poco realista. Un nuevo programa del FMI que requiera reformas significativas probablemente ayudaría a impulsar la confianza del mercado en Argentina.
"Es difícil ignorar un cambio en la negociación a favor del FMI", dijo Walter Stoeppelwerth, director de inversiones de Portfolio Personal Inversiones en Buenos Aires. "El plato fuerte es la fórmula de ajuste de la seguridad social. Las otras reformas serían el postre en comparación".
El programa anterior del país con el FMI, un récord de 56.000 millones de dólares aprobado en 2018 y de los cuales solo se desembolsó una parte, era un acuerdo stand-by, un tipo de programa que generalmente se paga entre tres años y cuarto y cinco años e implica menos requisitos de reforma.
Plan fiscal
El país también presentará un programa macroeconómico plurianual al Congreso, el cual determinará la ruta fiscal, las metas de financiamiento y las metas de reservas internacionales hasta 2025, dijo Guzmán. El Gobierno había dicho anteriormente que no tenía un plan económico establecido a seguir.
"Va a tomar tiempo alcanzar el equilibrio fiscal, pero tenemos que seguir reduciendo el déficit", dijo el ministro. Se espera que la economía de Argentina se contraiga cerca de 12% en medio de la pandemia de coronavirus y que la inflación cierre el año en aproximadamente 40%.